domingo, 27 de marzo de 2011

Mi columna en El Deportivo (Marzo 25 - viernes)

A BUSCAR LO COLECTIVO
Por Jhon Jaime Osorio Osorio

En uno de sus múltiples textos sobre el deporte, el sicólogo argentino Jorge Grazarelli afirma que “un síntoma de mala salud social es la ausencia de deportes en su seno” haciendo alusión a la manera como la actividad deportiva puede servir de termómetro calificado para medir a las sociedades, la cual es una de las tesis centrales de su trabajo. Si partimos de ella, podemos mirar al país desde el deporte para hacer una lectura de nuestros fenómenos sociales. Una sencilla: somos un país de individuos y no de colectivos.

Históricamente, han sido las pesas, el patinaje, el ciclismo, el boxeo y el bicicross, entre otros, los deportes que nos han llenado de títulos del mundo; y en las últimas dos décadas, el automovilismo y el golf nos han hecho vibrar con las grandes actuaciones de Juan Pablo Montoya y Camilo Villegas, aunque no hayan logrado títulos absolutos sino victorias parciales. Muchas veces como colectivo social perdamos fácilmente la memoria, o queremos no tenerla, pero siempre que hablemos del tema tendremos la impronta significativa de individuos como Pambelé, Cochise, Santiago Botero, Maria Isabel Urrutia,  Cecilia Baena y muchos más, que nos han dignificado como pueblo ante el mundo gracias a sus logros en disciplinas en las que se compite de a uno.

En lo colectivo no hemos funcionado. No hemos ganado como grupo. Si aplicamos el mismo rasero, el de mirar títulos del mundo, nos toca apelar a uno de béisbol a mediados del siglo XX, a uno de Hockey en la categoría B en los 90s y al de Fútbol de Salón en el 2000. Si apuramos, podemos incluir uno ganado el año pasado en una de las nuevas tendencias deportiva, el Ultimate. Cuatro títulos mundiales en casi 100 años de historia deportiva organizada. Muy poco pero muy normal para un país que oculta su subdesarrollo con cifras, para un pueblo tan heterogéneo y variado que solo se une ante las tragedias naturales y para el que la indiferencia ante muchos temas es natural.

Somos tan individualistas, que cuando perdemos en deportes colectivos buscamos el Dayro Moreno o el Lara de turno para culparlo del fracaso. Nuestra crítica es despiadada, pero siempre dirigida a alguien en particular. Y como si fuera poco, cuando vamos ganando algo en lo colectivo, como en el mundial de Fútbol de Salón, lo demeritamos diciendo que no le hemos ganado a nadie o que el certamen es de poca monta. Definitivamente somos un núcleo social muy particular. Somos colombianos. Es hora de pensar, de vivir y de ganar en plural. A ver si mejoramos como pueblo.