lunes, 30 de abril de 2012

De largo aliento (30/04/2012) - Una propuesta para los cableoperadores


Una propuesta para los cableoperadores
Por Jhon Jaime Osorio
Publicada en la columna "De largo aliento" en el periódico El Deportivo, el lunes 30 de abril de 2012

Después de todo el revuelo por los derechos de televisión del fútbol colombiano, todo quedó como la Dimayor dispuso. Los cableoperadores del país llegaron a ofrecer 78 millones de dólares, cifra que no fue suficiente. ¿Será mucho pedirle a los dueños de la tv por cable, que parte de esa “platica” la inviertan en la transmisión de otros deportes? Hagamos cuentas alegres, a ver si se animan.

78 millones de dólares por 5 años de fútbol son mal contados 16 millones de dólares al año; es decir 8 por torneo. La Liga tiene 188 partidos. Sin descontar los juegos que transmite la señal abierta, un cálculo superficial nos da un costo aproximado de 40.000 dólares por partido, es decir, unos 80 “milloncitos” de pesos.

El costo de producción de un evento deportivo en directo (promedio) es de 10 millones de pesos. Eso valía poner en pantalla la final del nacional de voleibol  en Cali el viernes pasado o el Gran Prix de Atletismo en Medellín el sábado; la octava parte de lo que les valdría un partido de fútbol. Hablo del precio de costo, para que no protesten algunos canales y productoras que piensan en el negocio y seguramente dirán que la cifra es  más alta.

Ahora bien, los derechos de televisión por etapa de la Vuelta a Asturias, del GP de motociclismo con Yony Hernández, del Gran Prix de Atletismo en Buenos Aires o del Panamericano de BMX en Bolivia no valían más de 15 o 20 millones de pesos por transmisión; la cuarta parte de lo que pagarían por un partido de fútbol.

Sumemos aquí que los cableoperadores son dueños de sus canales y no tienen que pagar el espacio, que las federaciones la mayoría de la veces no cobran los derechos de televisión y que hay muchos deportes como el ciclismo, el baloncesto, el voleibol o el atletismo que tienen gran aceptación y alguna posibilidad de comercialización. 

Valdría la pena pensar entonces que con lo que Une y Telmex iban a pagar por transmitir un partido de fútbol un fin de semana, podríamos ver en acción a 2 o 3 colombianos consiguiendo una casilla olímpica, logrando una victoria importante o simplemente entregándolo todo por una camiseta departamental. Ya no se gastaron los 78 millones de dólares, pero si los ofrecieron es porque los tienen; con la décima parte, harían maravillas por el deporte colombiano. 

viernes, 27 de abril de 2012

De largo aliento (28/04/20112) - Entre los 160 del mundo

Entre los 160 del mundo
Por Jhon Jaime Osorio
Publicada en la columna "De largo aliento" en el periódico El Deportivo el viernes 28 de abril de 212

205 países están afiliados al COI y 140 de ellos tienen hasta hoy deportistas clasificados a los Juegos. Estar en ese listado, pone a Colombia por encima de 65 países en el mundo, deportivamente hablando. En el número de deportistas clasificados, superamos en el continente a países como Cuba y Venezuela, tradicionales potencias del área, y en mundo estamos entre los 100 con mayor número de representantes a Juegos. Estos lugares pueden ser insignificantes para muchos, pero son mejores que el segundo lugar entre los países con más víctimas de minas antipersona, el séptimo entre los más corruptos o el quinto en índices de impunidad.

Siempre se ha dicho que el deporte es un indicador del desarrollo de los pueblos; una sentencia que no admite discusión, así la historia nos regale excepciones. Para un país, ir a los Olímpicos no es solo un sueño de sus deportistas, sino una necesidad de sus comunidades, que reclaman presencia y reconocimiento en el contexto mundial; que requieren ídolos y referentes para sus jóvenes y niños, y que añoran escuchar su himno para vivir la fiesta con sentimientos patrióticos identitarios. Esa es la real dimensión del deporte de alto rendimiento, que algunos políticos se atreven a subvalorar.

No tengo claro si Colombia sea el ejemplo para ratificar la afirmación del desarrollo, o tal vez sea una de las excepciones de las que hablo. Los progresos son evidentes: cada cuatro años crece su número de deportistas y disciplinas clasificados a los Olímpicos; ganó el título en los Juegos Suramericanos, tuvo gran actuación en los Panamericanos, ha logrado varios títulos del mundo en los últimos años y ha llegado a la élite de deportes de altísimo nivel como el atletismo y la natación. No hay duda de que en los últimos 10 años Colombia ha elevado su nivel deportivo, lo que no sabría explicar es si a nivel económico también hemos dado esos pasos; aunque quisiera pensar que sí, la realidad social me muestra otra cosa.

Los de Londres serán unos Juegos para lograr un gran reconocimiento y afianzar nuestros elementos de identidad; no solo por el número de medallas, que al parecer de algunos es la única medida. Estar bien  ranqueados en el mapa nos permitirá a los del deporte, exigir este tema una política de estado. 

miércoles, 25 de abril de 2012

Tiro Libre 5 - ¡Visca el Madrid, hala el Barza!


¡Visca el Madrid, hala el Barza!
Por Jhon Jaime Osorio
 Publicada en la columna "Tiro Libre" en el periódico Q´ubo el miércoles 25 de abril de 2012

Lo que hace la globalización. Nunca en la historia del fútbol en Medellín recuerdo haber visto tanto fervor y tanta pasión por un equipo foráneo como ocurrió en esta semana con el clásico español y las semifinales de Champions. Eso sí, se trata de un fanatismo, a mi juicio, exagerado, y con el característico toque criollo que mezcla el humor y el insulto en cantidades iguales y, a veces, irracionales.

Que a uno le guste cómo juega el Barcelona o el Madrid es apenas natural; el fútbol es universal y se trata de dos de los mejores equipos de mundo. Que muchos usen la camiseta, en muchos casos pirata, es un ritual que hace parte de la pasión que este deporte despierta. Que llenemos las redes sociales de chistes y burlas en contra del equipo que no nos gusta, o del que perdió, es un deporte nacional, como buenos latinos le buscamos la gracia a cualquier situación. Pero que pasemos al insulto, al maltrato y hasta a la agresión física, por el resultado de un partido entre equipos españoles, son ya actitudes patéticas, absurdas y ridículas.

La identidad con una divisa puede traspasar fronteras y superar distancias, al fin de cuentas es un asunto ideológico y no territorial. Nos volvemos hinchas por una búsqueda de referentes, por una permanente construcción de  nosotros mismos. La tradición familiar, la de la ciudad de origen, la clase social, el estilo de juego, la presencia de un jugador, el nombre, los colores de la camiseta,  o simplemente una moda, como pasa ahora con los dos equipos españoles, son pretextos para volverse hincha. Lo que no es válido es asumir ese fervor como excusa para sacar a relucir una condición irracional, y sin eufemismos, animal.

Gracias a las telecomunicaciones, hoy estamos "muy cerca" de los equipos europeos. De ahí, a dejar salir un instinto salvaje por el “amor” a un equipo de moda creo que no hay consideración válida. Por mi parte, no soy hincha de ninguno de los dos. Cada que juegan, me divierto viendo el fútbol bien jugado. Por eso, no me importa confundir los estribillos: ¡visca el Madrid!, ¡hala el Barza! Para el caso, es lo mismo. 

viernes, 20 de abril de 2012

De largo aliento (Abril 20/2012) - Un microciclo para la selección femenina

Un microciclo para la selección femenina
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "De largo aliento" en el periódico El Deportivo el viernes 20 de abril de 2012

Faltan 98 días para los Juegos Olímpicos, la cuenta regresiva avanza con velocidad, la ciudad sede y sus escenarios están a punto, la famosa puntualidad británica empieza a notarse y todos los deportistas del mundo afinan su preparación. Bueno, no todos, casi todos. Una de las excepciones es la selección de fútbol de Colombia en la rama femenina.

Los preseleccionados nacionales de pesas están concentrados en Medellín hace casi dos meses, los boxeadores adelantan preparación en Cuba, los atletas están casi todos en Puerto Rico, los pisteros han hecho presencia en varios eventos en Europa y los gimnastas estuvieron en la Copa Pacífico en Estados Unidos, van para Brasil y luego tendrán el Panamericano en Medellín como último evento de preparación. Eso sí, las chicas de la  selección femenina de fútbol han estado en sus casas esperando que las llamen y entrenando con sus selecciones departamentales.

La pregunta es ¿por qué los otros deportes sí y el fútbol femenino no? El Comité Olímpico, que ha hecho grandes esfuerzos para garantizar todos los procesos y éste es el único deporte de conjunto en el que Colombia tendrá participación en Londres, lo que hace que su presencia sea importantísima. La respuesta deben tenerla la Federación o el técnico. Lo cierto es que el grupo no se reúne desde los Juegos Panamericanos en octubre de 2011, y que la idea es reunirlo a finales de mayo para trabajar hasta los Juegos.

Esta semana hizo su primer microciclo el profesor Pékerman con los jugadores de los equipos nacionales que él considera tienen mérito para estar más adelante en la selección de mayores en la eliminatoria mundialista. ¿Por qué con los hombres sí y con las mujeres no?, si es discriminación sería grave. En el caso de las damas, muchas están en el país y reunirlas es fácil, siempre y cuando haya quien las convoque. Además, queda claro que los microciclos permiten mirar otras opciones. ¿Será que en las damas no las hay?, no creo. En el zonal nacional que se hizo en Medellín en la Semana  Santa sobró el talento.

¿No hay confianza en las chicas, o hay demasiada en las que conformaron la Selección en Panamericanos? Si es así, que lo digan, pero hay muchas damas con el sueño de llegar, y merecen la oportunidad. Los microciclos sirven para mirar gente. ¿O con las damas es distinto?

miércoles, 18 de abril de 2012

Tiro Libre 4 - Los derechos de formación de Teo

Los derechos de formación de Teo
Por Jhon Jaime Osorio
Publicada en la columna Tiro Libre, en el periódico QHubo el miércoles 18 de abril de 2012

¿Cuánto pagaría el Junior de Barranquilla en su momento por los derechos de formación de Teófilo Gutiérrez? Seguramente una cifra mínima frente a lo que recibió por la venta de sus derechos deportivos al empresario que lo llevó a Turquía y Argentina. Si los derechos de formación tuvieran el apellido “integral” seguramente el Junior estaría reconociendo hoy que esa platica, sencillamente, se perdió.

El deporte en estado puro enseña valores y reafirma elementos de socialización como el trabajo en equipo, el respeto a la autoridad, el compañerismo y el juego limpio; asuntos esenciales y no discursivos de las prácticas atléticas. El fútbol, en algunos casos, pareciera ser la excepción. 

Teófilo tiene en las piernas todo lo que un jugador necesita para triunfar; pero le hacen falta en la cabeza algunos principios y valores que todo ser humano requiere para convivir. Es talentoso y goleador; pero tiene una personalidad conflictiva y problemática. Tuvo inconvenientes de disciplina en Barranquilla, en Turquía no se adaptó, en la selección Colombia de la Copa América generó incomodidad porque exigía la titular y el fin de semana, luego de varios incidentes, fue despedido del Racing por un escándalo de camerino.

La reiteración en problemas señala que la dificultad está en él, en su forma de ser, en su manera de asumir la vida, en su estructura de base, en su formación. Lo triste es que Gutiérrez no es la excepción. Medina, Castillo, Cardona, entre otros, han hecho parte de una lista extensa de futbolistas colombianos que teniéndolo todo para triunfar, desperdician su corta vida deportiva al no controlar asuntos de personalidad con carencias de formación.

Si de buscar culpables se trata, la familia, el entorno, la escuela de fútbol y la sociedad misma encabezan la lista. Pero si se buscan es soluciones, la inmediata es que los clubes profesionales inviertan un poquito de su utilidad en la formación integral de sus deportistas. ¿Por qué solo gastan en formación técnica sabiendo que un futbolista con un mal comportamiento les pone en riesgo su capital? En ese caso, es un asunto de rentabilidad, y si los directivos no piensan en las personas por lo menos deberían pensar en el negocio.

lunes, 16 de abril de 2012

De largo aliento (Abril 16/2012) - ¿En qué habíamos quedado?

¿En qué habíamos quedado?
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "De largo aliento" en el periódico El Deportivo el lunes 16 de abril de 2012

Recuerdo cuando llegó Pékerman. Algunos, pocos, no estuvimos muy de acuerdo. Argumentamos, entre otras cosas, la forma descortés y falsa como sacaron a Leonel, el alto costo del que llegaba, las indebidas declaraciones del presidente Santos pidiendo un extranjero, la poca claridad de la Federación en el proyecto selecciones, la cantidad de personas que integrarían el cuerpo técnico y la dilatada y extraña negociación con Martino. Eso sí, una vez contratado, entendimos que había que sumarse a la causa, y en mi caso, en este mismo diario dije literalmente: “lo que sigue es dejar trabajar a Pékerman, apoyar su proceso y seguir soñando con clasificar al mundial, sin perder la mirada crítica”.  

En el amistoso frente a México, como todos, aplaudí la actitud del equipo, el orden táctico y la ubicación en el campo de jugadores como Falcao, que mejoró su productividad con la camiseta nacional.  Eso sí, cuestioné los comentarios exacerbados de algunos que hablaron de un cambio extremo, tratando de poner como hazaña ese resultado y de minimizar lo hecho por los anteriores técnicos. En esa  ocasión escribí: “vamos con mesura”.

Cómo nos cambia la vida. Esos defensores a ultranza son los mismos que hoy cuestionan el microciclo y la convocatoria del técnico nacional. Allá ellos. El profesado amor  se les acabó demasiado rápido. Ahora le dan juego a las críticas venenosas del ex - mánager al que en un año de “trabajo” no se conoció un plan de trabajo y mucho menos una acercamiento propositivo al trabajo del entrenador nacional.

Siempre he dicho que Colombia tiene 30 o 40 jugadores de selección. No son más. Pékerman usó para el amistoso casi los mismos de Leonel, que fueron casi los mismos de Bolillo, que habían sido casi los mismos de Lara. Ahora el técnico argentino quiere mirar opciones para el futuro en el fútbol local, y eso, me parece bien.

Pueden ser cuestionables los microciclos, sí. Como todo en la vida. Como el silencio de Pékerman ante los medios. Como la realización de más partidos de preparación. Como el momento en que se hace este trabajo. Como la falta de información frente a la planeación de la Selección… todo es cuestionable. Pero, ¿cuáles son los argumentos de peso? Hasta ahora, no los veo.  Solo veo “sangre en el ojo” en muchos cuestionamientos. ¿La idea no era que lo íbamos a arropar?, ¿En qué habíamos quedado?

viernes, 13 de abril de 2012

De largo aliento (Abril 13/2012) - Casi 100 para ebullir

Casi 100 para ebullir
Por Jhon Jaime Osorio
Publicada en la columna De largo aliento en el periódico El Deportivo el viernes 13 de abril de 2012

A 105 días de los Juegos Olímpicos Colombia tiene 95 deportistas clasificados. Casi 100, que es la meta. Aunque soy de los que piensan que las cifras son frías, ésta, en particular, sí me llena de calor, de temperatura patria.

Culturalmente, el 100 se asume como un número de abundancia, y en este caso sí que lo es. Si nos comparamos con los vecinos venezolanos, los superamos con creces: ellos a la fecha tienen 23 clasificados. En cantidad, igualamos a un país como Argentina, que es fuerte en deportes de conjunto, y superamos a México, que han sido potencia en el continente. En calidad, los resultados de Londres lo dirán y el panorama nos permite un  optimismo prudente de cara a lo que puede ser nuestra mejor olimpiada de la historia.

El mérito colombiano es alto si se tiene en cuenta que la cifra de casi 100 se está logrando en disciplinas individuales. La excepción es el fútbol femenino que aporta 18 cupos. El atletismo con 25 deportistas, el ciclismo en pista con 9 y el levantamiento de pesas con 8 son las disciplinas que más le aportarán a la delegación nacional. El tiro, la natación,  el taekwondo, la lucha, el judo, la gimnasia, la esgrima, el ecuestre, el ciclismo en ruta, el ciclomontañismo, el BMX y el boxeo también harán su aporte. Las cifras muestran que somos un país plurideportivo que ha crecido en resultados, y que somos rendidores en disciplinas muy variadas, a pesar de que nuestra cultura deportiva es muy poca.

No me queda duda que la meta de 100 clasificados se va a lograr. El nado sincronizado, el triatlón, el boxeo, el tiro con arco, la esgrima, la lucha, la vela, el bicicross y el atletismo tienen opciones claras de lograr futuros cupos. La fiesta de Londres se avecina,  vivimos un momento histórico y el país deportivo apenas empieza a darse cuenta de la importancia que esto tiene.

En la biología que nos enseñaban en la educación primaria, aprendimos que el agua hierve a los 100 grados centígrados. Yo sí espero que al llegar a 100 deportistas clasificados el fervor patrio de la gente y el apoyo decidido del Estado y de la empresa privada empiecen a ebullir.

miércoles, 11 de abril de 2012

Tiro Libre 3 - El del fútbol, un curioso negocio

EL DEL FÚTBOL, UN CURIOSO NEGOCIO
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna Tiro Libre del periódico Q´Hubo el miércoles 11 de abril de 2012


El fútbol profesional es un negocio demasiado curioso. Es emocional: si se gana hay taquillas buenas y si se pierde se afecta el ingreso económico. Es injusto: al técnico lo contratan para que sea el director de producción, pero si el equipo no da resultados rápido lo destituyen sin evaluar primero la materia prima o su trabajo específico. Y es particular: si un jugador no rinde en la cancha el directivo no se atreve a sancionarlo porque devalúa el producto y pone en riesgo el capital.

Es un negocio de millones que tiene problemas de pesos. La Dimayor como organización es boyante; los ingresos por los derechos de televisión y de publicidad por el nombre de la Liga representan cifras altísimas. Sin embargo, muchos de los clubes socios de la entidad se atrasan en lo fundamental para cualquier tipo de empresa: los salarios de sus empleados y la seguridad social. Es un contrasentido tener una organización con dinero pero con socios en quiebra.

Otra particularidad es que siendo empresa privada ofrece su espectáculo en escenarios públicos y para su logística afecta la dinámica social en materia de transporte, seguridad y servicios. Si bien pagan por el arriendo de los estadios, el control de espectáculo se hace de cuenta de la municipalidad: agentes de tránsito, oficiales de policía, funcionarios de Espacio Público, de la Personería, de las secretarías de Gobierno y Hacienda, y de otras entidades trabajan de cuenta del erario público para que la "fiesta del fútbol" salga bien.

Como será de particular el negocio del fútbol que para que funcione son fundamentales los hinchas, pero a la hora de tomar las decisiones sus opiniones no son tomadas en cuenta, sencillamente “porque ellos son emocionales y pasionales”; los racionales son los directivos, que manejan el dinero y reciben las ganancias.

Definitivamente es un negocio bien curioso, y bien rentable. Si no lo fuera, no tantos querrían estar en él y los que están se querrían ir; y siguen ahí. 

lunes, 9 de abril de 2012

De largo aliento (Abril 9/2012) - Algo pasa en el fútbol criollo

Algo pasa en el fútbol criollo
Por Jhon Jaime Osorio
Columna publicada en El Deportivo el lunes 9 de abril

El Atlético Huila, hasta hace poco flamante líder, cayó goleado en Bogotá; el equipo de la millonaria inversión y la nómina armada para pelear 3 torneos, Nacional, ha conseguido 2 puntos de los últimos 21 que ha disputado en la Liga; el Independiente Santa Fe de Gutiérrez arrancó con fuerza de un momento a otro y los que pedían su cabeza ahora elogian su fútbol; el Caldas sacó a Pompilio y la debacle continúa; el Millonarios de Páez no convence. En 11 jornadas han salido 3 técnicos, las fechas pasan y le drama en el fútbol criollo continúa, con una irregularidad absoluta por donde uno lo mire.

Lo particular de todas estas historias es que a 7 fechas de terminar la fase regular de la Liga, cualquiera de los 18 equipos puede clasificar entre los 8 y cualquier puede quedar eliminado. Si a ello se suma el asunto del descenso, que hasta final del año tendrá en vilo a 6 o 7 equipos, la tensión de cada jornada aumenta. ¿Así  o más dramático? Esa es la virtud del sistema de juego en Colombia, que con torneos tan cortos exige resultados inmediatos, o como dicen los mismos técnicos, obliga a “ligar 3 o 4 partidos” para estar en la pelea. 

El torneo es tan generoso que Atlético Nacional, que no gana en la liga desde el 17 de febrero, podría ganar un partido 2 meses después, es decir tras 8 jornadas, y le alcanzaría para estar pegado a la zona de clasificación.

Mientras esto ocurre, aficionados y periodistas debatimos a diario sobre si hay que darle más fechas a Páez, si Nacional tiene o no “Dorlandependencia”, si la nómina del Huila es corta, si el Medellín de Bolillo es táctico, o si Junior ya superó su mal momento en la Copa y se está metiendo nuevamente en la Liga. Debates del día a día, que son tan emocionales como el mismo torneo.

Nadie habla de procesos. Mucho menos se habla de estilos. Tampoco caben las discusiones sobre identidad. ¿De fondo?, muy poco.  ¿El nivel?, poco importa. Vivimos la Liga del “hay que ganar como sea”. Eso sí, es emocionante, no cabe duda. Mantiene la expectativa para los 18 equipos. Pero podría ser emocionante y bueno, ¿o no? Lo cierto es que algo pasa en el fútbol criollo y las miradas siguen siendo superficiales.  ¿Así o más irregular? 

miércoles, 4 de abril de 2012

Tiro Libre 2 - El árbitro y su imperfección

El árbitro y la imperfección
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "Tiro LIbre", del periódico Q´Hubo el miércoles 4 de abril d 2012

El penal que le otorgó el árbitro Pontón a Equidad no fue penal, fue una simulación de Motta, que el árbitro asumió como falta y que perjudicó notablemente al Envigado. Después de cada fecha profesional, las polémicas por los arbitrajes son el tema central de los programas de radio y televisión. Sin embargo, como dirían las abuelas, “después de ojo sacado, no hay Santa Lucía que valga”. En Colombia, si el error del juez es muy notorio, lo sancionan a él, pero el club al que afectó su decisión sigue perjudicado.

En el fútbol, el árbitro siempre estará estigmatizado, será el antihéroe. Su naturaleza es ser arbitrario, como escribió Eduardo Galeano. Es un atleta completo, pues corre a la par de los 22 jugadores, y es quien representa la autoridad. En teoría, no tiene derecho a equivocarse. En la práctica, como humano, es imperfecto. Es un actor subjetivo y se convierte en el ser más vulnerable de la cancha. Para periodistas, aficionados, técnicos, directivos y jugadores sus decisiones siempre serán injustas, parcializadas, acomodadas o equivocadas.

Una cosa es el error de un delantero que se come un gol, o de un arquero que se resbala; muy diferente es que un tercero, con una decisión errada, acabe en un segundo con el trabajo planificado de un equipo. El jugador hace parte del juego y su labor está dominada por la pericia que tenga para desarrollarlo. El juez está en la cancha para garantizar que el juego sea lo más correcto posible, tiene una gran responsabilidad y debe estar preparado para ello; para eso le pagan.

No creo que ningún árbitro sea un criminal, como a veces afirman técnicos y jugadores acalorados. Tampoco creo que todos sean transparentes y nobles a la hora de pitar. Por vestir de negro, por tomar decisiones y por tener un pito siempre serán odiados; pero su obligación es tratar de hacerlo bien. ¿Y si se equivocan?, lo normal sería que lo reconocieran, pero la Dimayor no los deja hablar. ¿Por qué?

El fútbol es imperfecto. Si uno piensa mal, podría decir que es así para “manipular” el espectáculo; si uno piensa bien, podría afirmar que es así porque la real gracia del fútbol está en esa imperfección. 

lunes, 2 de abril de 2012

De largo aliento (Abril 2/2012) - Un tropezón cualquier deportista da en la vida

UN TROPEZÓN CUALQUIER DEPORTISTA DA EN LA VIDA
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna “De largo aliento” en el periódico El deportivo, el lunes 2 de abril de 2012

No es común que Mariana se caiga compitiendo; lo común es verla en el podio. Un tropezón suyo en la Copa Mundo de Super Cross nos sorprendió el sábado en la tarde y nos tuvo a la expectativa por dos temas fundamentales: en primer lugar, la salud de la campeona; y por supuesto, la ilusión de una medalla olímpica que pudo perderse en medio de la pista de Chula Vista.

Todo ciclista sabe que las caídas son el fantasma con el que necesariamente deben convivir. Son el riesgo natural de quien compite sobre dos ruedas. Este fin de semana, por ejemplo, en el Tour de Flandes se cayó Fabián Cancellara, el suizo que se quedó con el oro en la contrareloj Olímpica de Beijing hace 4 años sufrió una triple fractura de clavícula. Lo de Mariana no fue tan grave, aunque tuvo que regresar al país y desechar el viaje a Holanda donde seguiría su preparación rumbo a Londres. Lo grave con Mariana fue el susto de verla salir de la pista en camilla y no en hombros, como es su costumbre. 

El deporte siempre tendrá su componente fortuito. Esa zona de incertidumbre frente a lo extradeportivo es un ingrediente que le da tono dramático a cualquier competencia. Una caída en el ciclismo o el patinaje, una falla de motor en el automovilismo, un resbalón en el fútbol; un problema de salud el día decisivo en cualquier deporte… cualquier cosa no planeada puede terminar siendo definitiva en el resultado.  No pasa siempre, y menos con una múltiple campeona mundial, pero es una posibilidad.  Mariana ayer se cayó, y de paso nos puso los pies en la tierra a quienes creemos ciegamente en verla en el podio la olimpiada londinense. Sin dudas, es la mejor del mundo; pero a la vez que compite tiene que jugar la ruleta de la suerte, como todo deportista.

A 116 días de los Juegos Olímpicos, Colombia tiene 94 deportistas clasificados. Ayer logró su cupo el marchista Edier Arévalo. Ojalá se llegue a la meta de los 100. Y ojalá también, los que ya están clasificados no sufran una mala pasada de la suerte. No hay que colgarle todavía la presea olímpica a Mariana, a Juan Esteban, a Katherine o a cualquiera de los otros colombianos, porque nos podríamos quedar con la vista chula.  Una caída como la de ayer, nos tumba esas medallas previas.