DE CAL Y ARENA EN LA VISITA FIFA
Por Jhon Jaime Osorio Osorio
El jueves en Cartagena será el sorteo del Mundial del sub 20; la Semana Santa sirvió para que lo delegados de la FIFA visitaron los ocho escenarios en Colombia y África ya entregó sus clasificados. Preocupa que a 64 días de la cita orbital, las grandes dificultades por el invierno y la falta de promoción no dejen sentir un ambiente de mundial en el país; y que los atrasos en algunas ciudades sean evidentes. Lo peor en este momento sería tratar de ocultar realidades evidentes.
Los estadios de Medellín y Cali, afirmó el vocero de prensa de la FIFA, Wolfgang Resch, necesitan más trabajo. También dijo que las obras en Manizales, Pereira y Armenia están al día, que Cartagena lo sorprendió por sus grandes avances de la visita de enero a la de marzo, y que Barranquilla y Bogotá no tienen ningún problema. En términos generales, Colombia pasó el examen, pero hay asuntos vitales para corregir.
En Medellín y Cali, las obras no van de acuerdo con los cronogramas. No es para alarmarse, pero sí para prestar atención. Aunque las administraciones municipales y algunos directivos del fútbol en ambas capitales han querido matizar la valoración de la FIFA, lo claro a esta altura del juego, es que las obras se colgaron frente a lo previsto. En el caso del Atanasio Girardot, mientras los comunicados de prensa de la Alcaldía hablan de una completa satisfacción; las declaraciones de los veedores dejan otra sensación. "Tenemos que mirar más a Medellín que a otros estadios" dijo el vocero de la FIFA; mientras que Luis Bedoya, el presidente de la Federación sentenció que “a Medellín le falta un volumen de obra bastante grande”.
Como buenos colombianos, las excusas las tenemos a la mano: el invierno, la destinación de los recursos, la celebración de dos clásicos consecutivos o los procesos de licitación de las obras. Más fácil y mucho más valioso en este momento sería reconocer el atraso y trabajar para cumplir. Medellín debía entregar el 28 de abril. No lo hará. Ahora la nueva promesa es la obra física para el 15 de mayo y las obras complementarias para 15 días después.
Todos queremos ser los mejores anfitriones, queremos el mejor mundial en nuestro país y soñamos con un mundial en paz, sin invierno y con una fiesta total. Dificultades hay, pero tiempo para corregirlas también. Por primera vez, Colombia será sede de un Mundial de Fútbol luego de haber sido el único país en la historia en renunciar a la sede de uno de mayores. En julio y agosto, los ojos del mundo futbolístico estarán puestos en Colombia, y para muchos, entre los que me incluyo, esta será tal vez la única cita orbital de fútbol que viviremos como locales; por eso, debemos estar atentos y dispuestos a colaborar, para que no estemos poniendo clavos, dándole los últimos brochazos a los muros y escondiendo la basura debajo del tapete el día que empiece la competencia.