lunes, 27 de enero de 2014

Hora de jugar sin el tigre


Si Falcao se recupera, retoma la forma física y futbolística, y va al mundial con Colombia, ilusión que todos tenemos,  daremos gracias a Dios por el  milagro; pero mientras tanto, aunque suene un poco duro, hay que pasar la página y seguir el camino a Brasil sin él. Seguramente el cuerpo técnico ya lo tiene claro, pero al país futbolístico, en medio de su folclor para estos temas, como que le va a costar bastante asimilarlo.

El tema es sencillo: no hay que esperarlo; hay que armar la Selección sin él. Está bien que es el referente, el goleador, el  jugador más costoso… pero ya no está, esa es  la realidad. Si con Falcao, la selección jugaba de una forma, ahora, con otro delantero de otras características (o tal vez un volante adicional, el técnico sabrá) el juego cambiará un poco. No se trata ahora de buscar el reemplazo del tigre; la tarea del cuerpo técnico es encontrar el mejor complemento a los otros 10.

La esencia del juego no debe cambiar. El estilo deberá seguir siendo el mismo, pero el asunto, insisto, no es buscar uno como Falcao; que entro otras cosas no lo hay. El tema pasa por que técnico encuentre al que mejor se acomode al equipo, al que en mejor momento esté y sobre todo, el que más personalidad tenga para soportar las múltiples y odiosas comparaciones que le van a hacer, porque muchos lo van a medir por lo que hacía Falcao y no por lo que aporte él.

Hago la reflexión así, porque siento que ni en los medios, ni en las calles (donde se habla a partir de lo que los medios dicen), pareciéramos haberle hecho “el duelo” a la pérdida por lesión del jugador más representativo que tenemos a nivel mundial. Seguimos aferrados a la ilusión de tenerlo, hacemos cuentas de lo que falta para la cita orbital, ponemos ejemplos de jugadores que se recuperaron en tiempo record con la misma lesión y no nos imaginamos aún al equipo sin él. Hora de hacerlo.

Repito: ojalá Falcao alcance a recuperarse; pero más sano que estar alimentando cada minuto la ilusión por su regreso, es empezar a asimilar lo que será la Selección sin él. Al fin de cuentas, así será al menos en los próximos cuatro meses. Es decir, hasta días antes del Mundial.

domingo, 26 de enero de 2014

Presagio de una liga fugaz


El juego de ida de la Súper Liga en Cali nos dio una primera pauta de lo que puede ser el torneo colombiano de los próximos tres meses y medio: ambos equipos fueron intermitentes en su fútbol, los jugadores de más experiencia fueron determinantes y la condición física, gran fortaleza de Nacional en el 2013, se vio mermada en los dos conjuntos. ¿Será así el fútbol colombiano del primer semestre? No necesariamente. Es una primera impresión, y éstas no siempre resultan definitivas.

La primera consideración es que ambos equipos fueron los que cerraron el año con la final de la Liga y abrieron la temporada con el primer juego la Súper Liga, es decir, fueron los que equipos que tuvieron menos tiempo de descanso y de pretemporada que los demás equipos. Lo que no entraron a cuadrangulares tuvieron dos meses más para trabajar de cada a este año; aunque por lo leído no fueron muchos los que armaron su proyecto desde entonces. Muchos de los 10 que se fueron a vacaciones en octubre todavía hoy, cuando comienza la Liga, están buscando jugadores y ajustando sus nóminas. 

Un segundo aspecto es la múltiple exigencia que tendrá Nacional en el primer semestre con la Liga, la Súper Liga, la Copa y la Libertadores. Aunque su nómina es amplia y la rotación implementada por el técnico pareciera ser la fórmula para que el equipo tenga cuerda para varios torneos a la vez; de los otros equipos habrá 15, algunos con nóminas más reducidas, que se concentrarán solo en la Liga, y a lo sumo en la Liga y la Copa.   Con menor carga, esperaría uno que jueguen a tope en los 18 juegos de la fase regular que comienza esta noche; esperaría uno un fútbol de mayor calidad. Eso sí, las experiencias en torneos anteriores nos demuestran que los que pelean el descenso juegan presionados por los resultados y que la lucha por el título se concentra solo 3 o 4 equipos. 

Otro tema que puede hacernos esperar un poco más de lo visto el miércoles es que varios equipos que dieron la pelea en la Liga pasada airearon y reforzaron sus nóminas. Itaguí, Santa Fe y Junior  por ejemplo ilusionan con sus contrataciones. Obviamente, el monólogo de Nacional el año pasado ganándolo todo obliga a que los técnicos de los otros 17 equipos, busquen alternativas para enfrentarlo, como lo hizo el Cali el miércoles.


El técnico español de Millonarios y la repatriación de algunos jugadores serán atractivos adicionales para una Liga que se ha quedado sin equipos tradicionales y que se llenó de equipos llegados de la B, con poca afición y poca estructura. Ojalá tengamos desde hoy una  buena Liga y un mejor nivel. Ojalá podamos hablar de fútbol.