viernes, 21 de febrero de 2014

Hay que hablar del profe Pimentel


Chicó volvió a ganar. Lo hizo en casa ante el Envigado. Llegó a 12 puntos de 15 posibles. Está en la parte alta de la tabla. Su rendimiento es del 80%. Después de 5 fechas, ya puede calificarse como la grata sorpresa de la Liga. Los argumentos van más allá de su buen rendimiento: su buen sistema defensivo con solo 2 goles en contra en 450 minutos, una nómina reducida, el cambió de técnico  para este año y el debut como técnico de Eduardo Pimentel. Ah, Pimentel, claro, el mismo hombre polémico como jugador, el dirigente explosivo, sí el mismo. ¿Será por eso que se habla de él tan poco?

De Pimentel se puede pensar y decir de todo; pero que tenía personalidad como jugador nadie puede ponerlo en duda, por lo menos nadie que como yo que lo vi jugar en varios estadios, del país y del mundo.  De él se pueden cuestionar algunas manifestaciones y sus fuertes declaraciones; pero no se puede poner en duda el mérito que tiene en su carrera como directivo, al punto de haber sacado campeón al Chicó  y haberle dado la oportunidad a más de un jugador de la provincia. Uno puede odiarlo por su forma de ser, pero no puede descalificarlo como técnico, porque aunque principiante, ahí está en la parte alta de la tabla.

De Pimentel se hablaba a diario, pero curiosamente ahora que es técnico debutante y que su equipo es protagonista, poco se dice de él. Porque su equipo es de provincia y no es de los históricos dirán algunos; porque el torneo apenas comienza dirán otros; porque el Chicó no tiene mucha  afición, argumentarán varios. Porque es un tipo polémico, pienso yo… y a las personas como él, la crítica les esconde los aplausos.


A Pimentel lo han cuestionado, criticado, vilipendiado e insultado; pero es el único en Colombia, y uno de los pocos en el mundo, que ha pasado con éxito por tres roles diferentes en el fútbol: jugador, directivo y técnico. Y me ayudarán los estadígrafos, pero creo que es el único, o uno de los pocos técnicos debutantes en el fútbol de la A que ha logrado el 80% de rendimiento en un arranque de la Liga. Dejo claro para terminar que muchas veces no he compartido cosas que dice y que hace, pero para qué, este Pimental, ¡algo debe tener! 

martes, 11 de febrero de 2014

El frío de los Olímpicos de Invierno


Confieso que soy de los que se han pegado a la pantalla esta semana a disfrutar de los Juegos Olímpicos de Invierno. No tengo datos ni información concreta (los sistemas de televisión por suscripción deben tenerlos) para afirmar si son muy pocos o muchos los colombianos que lo hemos hecho, pero el día que hagan la estadística me pueden contar.  He disfrutado al máximo, me he extasiado. He vivido los Juegos de Sochi con la misma intensidad que viví los de Beijing o Londres. Lástima eso sí, la pobreza informativa de los medios colombianos, que de no ser por la espectacularidad de los saltos en las pruebas de Slopestyle, habría ignorado totalmente el evento.

Si es por lo que han mostrado o dicho los medios nuestros, limitados a notas cortas y de color, los Olímpicos de Invierno serían un evento frío y sin ninguna trascendencia. Por fortuna, esa mirada local contrasta con la de las multinacionales como Claro y Directv, y las múltiples páginas de internet que le apuestan a estos eventos como contenido para su negocio. Eso sí, quienes no tienen acceso a los servicios por suscripción, que son muchos,  no se han dado por enterados. 

Está bien que en estos Juegos no haya colombianos. Eso, obviamente, mata el interés de los medios nuestros, y según ellos del país en general; aunque no puede ser ese el único criterio de programación o de contenido. También está de por medio el asunto de los derechos de televisión e imagen, que, como en  todos los eventos deportivos, han ido convirtiendo estos en una mercancía de acceso restringido para muchos; pero que no sea esa la excusa, porque si muestran un salto espectacular, también podrían mostrar la precisión de la eslovaca Kuzmina en la prueba de biatlón, el esfuerzo y la sincronía de deportistas en la prueba de los 3.000 metros en el patinaje de velocidad, o los golazos que se han visto en los encuentros de Hockey. Todo esto es igual de espectacular que los saltos que han mostrado.


Por lo pronto, yo seguiré pegado a la señal y al computador. Veré si los rusos y los estadounidenses siguen cayendo ante los noruegos en pruebas en las que son favoritos y esperaré las pruebas de fondo a ver si la polaca Kowalczyk es capaz de competir y ganar fracturada. Me gozaré los Olímpicos de Invierno mientras sigo soñando con algún milagro: o que Colombia le apueste a un proceso que pase del patinaje sobre ruedas al patinaje sobre hielo (Jamaica pasó del trineo  en tierra al bobsleigh y llego a ser campeón el mundo) o que en nuestro país algún día tengamos una cultura deportiva amplia. En ambos casos, estamos muy fríos.