jueves, 17 de abril de 2014

¿Ganar los Suramericanos?, sí pero no, porque no hay ambición


Faltan 228 días para los Juegos Centroamericanos en Veracruz, México. ¿Mucho o muy poco? Es relativo. Demasiado tiempo si se mira el calendario, que marca 7 meses y medio. Muy poquito si se piensa en los procesos deportivos y en las necesidades para tener una delegación bien preparada. Material humano y calidad técnica para pelearlos hay en cantidad. Recursos, al parecer no; porque para el gobierno hay otras prioridades, y porque a quienes manejan el país les falta la ambición  que les sobra a nuestros deportistas. Y ahí el tiempo se va demasiado rápido y se vuelve un enemigo mortal.

Recuerdo que hace 4 años en Mayagüez, Colombia tenía con qué pelear el título. Cuba no asistió, a Venezuela ya le habíamos ganado en los Juegos Suramericanos de Medellín y México era el rival a vencer, sin ser muy superior. Al término de la primera semana, Colombia lideraba el medallero con más de 60 oros, pero al final, fue tercero. México y Venezuela nos superaron porque llevaron más deportistas y porque tuvieron una mejor preparación.

En esa ocasión, tres meses antes de las justas, la entonces ministra de Cultura anunció que del presupuesto solicitado por el COC para los Centroamericanos sólo se iba a aprobar la tercera parte. Fuimos terceros con la tercera parte del presupuesto. Nos faltó ambición gubernamental. Hoy, a 7 meses y medio de las justas, nuevamente surge la inquietud. Todavía no se sabe si habrá el dinero suficiente para la preparación.

La reciente participación en Suramericanos tuvo respaldo; pero no en la cantidad ni en los tiempos necesarios. Se logró con categoría el segundo lugar; pero la cantidad de preseas pudo ser mayor. El deporte ya no depende del Ministerio de Cultura, lo que de por sí es un avance, pero todavía adolece de presupuestos asignados para procesos completos; todavía no se mira en el largo plazo, los tiempos del deporte, sino con la inmediatez del momento, los tiempos de la política. A pesar de los buenos resultados recientes, campeones de los Bolivarianos y segundos de los Suramericanos, literalmente al deportista, al técnico y al dirigente deportivo  le tocas “pelear” la plata para cada evento del ciclo olímpico; y esto, obviamente obstaculiza los procesos.


Los tiempos del deporte no son los tiempos de la política; son diferentes. Y como la que asigna los presupuestos es la segunda, el primero siempre sale perdiendo. Mientras los deportistas siguen sacrificando sus vidas en nombre de una patria que goza de imagen y prestigio cuando ellos consiguen sus hazañas; los dirigentes de esa patria siguen pensando en otras “prioridades” y dejan perder un tiempo irrecuperable en los procesos deportivos. Ojalá que cuando aprueben los recursos para los Centroamericanos no vaya a ser tarde para los deportistas… como lo fue para los campesinos papicultores y para la fauna del Casanare. 

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