miércoles, 13 de agosto de 2014

¡Oh Duque inmortal!


El himno nacional volvió a sonar gracias al deporte. Esta vez fue de cuenta de Orlando Duque. El saltador vallecaucano ganó la Copa Mundo de Saltos de Altura para que los acordes de la música patria llenaran los aires de Kazán en Rusia y retumbaran frente al Kremlin de esta ciudad.

Duque es el dueño absoluto del primer escalón en esta modalidad de la natación. A sus 39 años de edad lo ha ganado todo: es una de las figuras del circuito profesional, hace parte de la Comisión Técnica de la Federación internacional, tiene un récord Guiness por haber hecho un salto calificado con 10 absoluto por todos los jueces y desde que la FINA incluyó este deporte en su agenda, el año pasado en los mundiales de natación en Barcelona, Duque ha sido el único ganador.

Curioso pero cierto. El único campeón mundial de natación que tiene Colombia, lo fue en una modalidad para la que no hay un solo escenario en el país. Las plataformas de 27 metros las hemos visto solo por televisión gracias a Duque. Y con una ventaja, que ya no solo es Duque. en esta Copa del mundo, entre los 25 participantes aparecieron Miguel García, que ocupó el puesto 13, y Cristian Arayón, puestos 18. Ambos apenas llegan y ya son protagonistas. El relevo generacional en esta modalidad deportiva que no se practica en el país, está garantizada. Importante ahora que los saltos de altura están en camino a ser modalidad olímpica.

Otro título del mundo para Colombia. A nuestros deportistas se les volvió costumbre ganar. Son tantos y tan variados los cetros orbitales que ahora la discusión es sobre lo difícil que será escoger el deportista del año. Y lo que falta!

La cosecha apenas comienza. Obviamente, hay que recogerla y disfrutarla... Pero también hay que pensar en el relevo generacional, para que no llegue una sequía larga. Eso sí, ojalá cuando Duque venga al país los gobernantes no le prometan un escenario para su deporte... Esa ya nos la sabemos con pesas, judo y Bicicross.

lunes, 4 de agosto de 2014

El Tigre volvió a rugir


Los goleadores tienen una relación íntima con la red. Hablan con ella. Entienden su idioma. Entablan conversaciones permanentes, aunque, como en todo idilio, dejen de hablarse por algún tiempo. Se trata de separaciones temporales y nunca de divorcios definitivos. Cuando llega el momento de la reconciliación, la fiesta no es solo de ellos; sino de todos los que a su alrededor hacemos fuerza por el reencuentro. Pasó este fin de semana con el regreso del Tigre. Todos esperábamos que volviera, pero en el fondo lo que más esperábamos era verlo de nuevo celebrando un gol.

Volvió, corrió y rugió. Jugó 19 minutos el sábado y 57 ayer, tiempo suficiente para volver a mandarla al fondo de la red. Demostró que el olfato de gol es una bendición que muy pocos tienen y que la seriedad con la que afrontó su recuperación fue total. Una demostración más del profesionalismo  que tiene.

Decir que no estuvimos atentos a cómo se comportaba su rodilla sería mentir. En eso hay algo de morbo, claro; pero es inevitable. Cada que tomaba el  balón, cuando le cometieron faltas, cuando picaba esperando a que le enviaran la pelota y cuando chocaba con los dos centrales del Arsenal, esperamos para ver sus gestos, para saber si la articulación se comportaba bien. Los 193 días por fuera de las canchas generaron una expectativa alta por su regreso y una alegría inmensa porque volvió a marcar. Se vio seguro, fuerte, rápido, como siempre.

Más allá de las suposiciones disfrazadas de análisis sobre qué hubiera sido de Colombia con Falcao en el Mundial, que se vuelven lamentos sin sentido, es importante que quienes lo tienen como su ídolo, que son muchísimo colombianos, aprovechen su regreso como ejemplo de superación, disciplina, paciencia, resignación, fe y superación de la adversidad. Ahí está el verdadero valor del regreso del Tigre.

Seguramente para Falcao vienen grandes cosas. Con el Mónaco o con el Madrid, y con la Selección nacional. Ha vuelto uno de los mejores delanteros del mundo y por eso estamos de celebración. Pero no solo Falcao volvió después de un receso largo por lesión. Jackson marcó con el Porto, justo en su primer juego de preparación después de vacaciones, y También lo hizo Adrián Ramos estrenándose con su nueva camiseta del Burussia en el fútbol alemán. Claro, son apenas juegos de pretemporada, pero se anuncia un semestre pródigo en anotaciones para los goleadores colombianos. Nunca antes habíamos tenido tantos; y si los tuvimos, nunca los habíamos tenido a todos al mismo tiempo en romance intenso con la red.

Vale la pena recordar que estos tres goleadores tiene algo en común: trabajan incansablemente y con humildad para conseguir lo que quieren. Buen ejemplo para un país en el que muchos quieren conseguirlo todo con el menos esfuerzo.