Hace ocho días lo vimos caer, recibir la
camiseta sin poder mover la mano, entrar a una ambulancia, salir una hora
después con muestras de dolor con un diagnóstico de luxación de hombro y
declarando que iba a esperar la evolución en la noche para saber di podía
seguir en competencia. Hace tres días lo vimos en el piso, involucrado en una
caída que le costó el liderato y diciendo que le dolía mucho la pierna. Hoy lo
vemos sólido como líder del Giro, defendiendo su camiseta rosa y subiendo sin
dificultad. ¿De qué está hecho Alberto Contador?
Para ser ciclista hay que tener un umbral del dolor muy alto, o incluso, no tenerlo. Verlos en acción luego de caídas y golpes no solo causa admiración sino también sorpresa, y en muchos, hasta desconfianza. Hasta llegamos a dudar esta semana de la luxación o el dolor en la pierna de Contador.
El español es sin lugar a dudas uno de los mejores pedalistas de
ruta en el mundo. Ya acumula 6 victorias en grandes vueltas y en Italia está
rodando hacia su séptimo título. El oscuro episodio del 2010 en el que salió
positivo en el Tour quedó atrás como un lunar en su carrera, y lo hecho en el
Giro, calificable solo como hazaña,
demuestra que sigue siendo uno de los más grandes del lote ciclístico
internacional, y que si algo tiene como deportista es coraje para correr en
medio de la adversidad. Hace ocho días se decía que con una luxación de hombro
sería un milagro que terminara el Giro, hoy, con luxación y todo, el milagro sería
que otro ciclista anduviera mejor que él en el Giro.
Algunos se quedarán aferrados al mal momento
del 2010 para demeritar lo que hace el hijo más ilustre de Pinto. Claro, se
creen humanos perfectos y les cuesta entender que los demás tenemos
debilidades. Otros, que lo cuestionamos en su momento por el error, le
admiramos su entereza para volver a ser un gran ciclista y lo disfrutamos mientras devora cada
kilómetro, inclinado hacia la izquierda
por el dolor que todavía guarda en su hombro.
Contador en Italia va camino a la hazaña y
acumula puntos para que lo miremos como leyenda. ¿De qué está hecho?, sencillo:
de lo mismo que todos los ciclistas. De amor
obsesivo por lo que hace.