Llegó la hora. No la de sufrir ni la de hacer
fuerza; tampoco la de soñar con resultados improbables, la de lamentarse por
las lesiones o la exigir imposibles. Es un gran momento. De ilusionarse con una
buena presentación y sobre todo, de disfrutar. Es tiempo de mundial, y el
certamen orbital tiene que servir de fiesta sana, de goce, de deleite. La
presencia de Colombia después de 16 años de ausencia tiene que significar
orgullo de patria y emoción. No olvidemos la historia. Ya aprendimos a creernos
campeones del mundo, ya sacrificamos a un caballero, ya vivimos los tiempos de
los problemas de camerino y de la desilusión. Ojalá este mundial, independiente
del resultado, sea un mundial que nos permita sonreír; solo eso.
En lo futbolístico, seguramente tendremos
diferencias de conceptos. Es apenas natural en este campo. Cada colombiano
tiene su propia nómina. Lo mismo ocurre en los otros 31 países. Lo que debemos
aceptar es que a la cancha va la que defina el profesor Pékerman. Él es el
responsable de escoger los 11. Lo fue de los 30 y luego de los 23. Ojalá la
discusión no se centre en quién debe jugar o en por qué no jugó alguno. El
fútbol tiene mucho más que nombres. Ese es otro renglón que deberíamos de
superar como país. Además, tampoco es que haya mucho para discutir al respecto.
Lo de la nómina se acaba en dos párrafos,
porque la columna vertebral está clara: Ospina-Yepes-Sánchez-James-Teo. Esto ya
un gran logro. Las circunstancias de hoy, con las lesiones y la sanción de
Guarín para el primer juego no dan pie a discusión. La tarea del DT será
escoger los complementos ideales; en lo que tampoco hay demasiado para
especular. A esos cinco, se deben sumar los dos laterales: Zúñiga y Armero. No
están en su nivel máximo, pero esos son. Así las cosas, son 7 de 11 que
difícilmente admiten cuestionamiento.
Los otros 4 tienen combinaciones sencillas. En la pareja de centrales la fórmula es Yepes-Valdés, Yepes-Zapata o Yepes-Álvarez Balanta. Primer complemento a definir. ¿Personalidad, temperamento, técnica, velocidad o experiencia? El técnico sabrá. Igual ocurre en la línea de recuperación: ¿Sánchez-Aguilar o Sánchez-Mejía? Segundo complemento a definir. ¿Fuerza o dinámica? Y en los delanteros está la tercera combinación: Teo-Bacca, Teo-Ibarbo, Teo-Ramos, Teo-Jackson. Tercer complemento a definir. Aunque Pékerman siempre jugó con dos nueves.
Y el cuarto complemento está en el medio: James-Cuadrado o James-Ibarbo. ¿manejó o explosión? ¿Cuál aporta más al 3 cuando no se tiene la pelota?
Lo de como asumir la presencia en el mundial se
agota aún más rápido. Seamos sinceros; al mundial va lo mejor que tenemos luego
de descartar lesiones. Si se quedó uno de gran nivel por fuera, no se quedaron
dos. Razones habrá Y seamos más sinceros aún: entramos al mundial con las
mismas posibilidades que Brasil o Alemania; pero con las misas de Boznia o de
Argelia. No tenemos una gran historia, no hemos pasado nunca de la segunda fase
y los mundiales tienen una tendencia en la que nunca hemos estado. Por eso
insisto: disfrutemos cada minuto, cada
jugada y cada partido. Si son más de tres juegos tendremos motivos para la
fiesta; pero si son solo tres, también.
No es derrotismo, advierto; yo también sueño con una actuación
histórica; pero mantengo el polo a tierra. Colombia está en la gala del fútbol
mundial; y eso es motivo más que suficiente para el goce y el disfrute. De ahí
en adelante, cualquier resultado es ganancia. Las tres veces anteriores no lo
entendimos así; y sufrimos.
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