Lo de Mariana no fue gol, ¡fue un golazo!
Mariana Pajón tiene la facilidad de
hacer emocionar a Colombia cada que corre. Tiene la capacidad para ganar cada
que compite. Y tiene la versatilidad de arrancarnos una sonrisa cada que habla.
Las tres cosas las hizo ayer en la pista de Rotterdam en cuestión de segundos.
A la medallista olímpica, que lo ha
ganado todo, le faltaba solamente un trofeo en su casa: un título mundial en la
categoría élite en la prueba de grupo. El año pasado ganó el oro en Nueva Zelanda,
pero en la modalidad contra reloj, y en la carrera final un problema con el
pedal en la salida le dejó una "una espinita" para sacarse lo antes
posible. Y así fue. El domingo cuadró caja. Salió a la pista de Rotterdam por
el título que no tenía y completó la colección. Ganó, hizo llover lágrimas de
emoción y al final, en la entrevista para el mundo, nos arrancó una sonrisa con
el apunte viral: era gol de Yepes.
Confieso que para mí lo de Yepes ya
es una simple anécdota. Para mí había fuera de lugar y punto. No voy a discutir
más el asunto. Eso sí, reconozco que lo de Mariana, al traer la frase a
colación, es un verdadero golazo, que solo demuestra que nuestra campeona está
metida en la dinámica, en la actualidad y por qué no, en el folclore del país.
Es un golazo por lo oportuno, lo brillante y lo cómico. Pocas veces he visto
algo ingenioso en boca de un deportista al final de un esfuerzo máximo y en
medio de la emoción por una victoria.
A veces les pedimos demasiado a
nuestros deportistas. A veces les prometemos demasiado y no les cumplimos. Y no
estoy hablando de la pista de Supercross que públicamente le anunció el
gobierno nacional hace ya 2 años. Más bien hago referencia a que queremos que
ganen, que sean ejemplares, que se rían, que nos den entrevistas, que se tomen
fotos, que vayan a cuánto evento social hay, que firmen autógrafos y que nos
regalen su tiempo y su fama. Queremos tenerlos cerquita, porque los sentimos
muy nuestros. No debería ser así, pero es el precio de su condición de ídolos,
y la mayoría lo entienden. A los campeones como Mariana no deberíamos pedirles
tanto, sino agradecerles todo. Que icen la bandera en el mundo ¡ya es
demasiado! Claro que si a los títulos le suman esos apuntes de genio, de poeta
o de loco, ya no solo toca agradecerles sino aplaudirles hasta la inmortalidad.
Mariana tiene la facilidad para
pedalear como la mejor del mundo, la facilidad para contagiarnos de esa
mentalidad ganadora que muchas veces nos falta a los colombianos, y la
capacidad intelectual para recoger el sentir de todo el país. Campeona en todo.
Así lo de Yepes no haya sido gol, lo de Mariana es un golazo mundialista. Y así
en Medellín, dos años después de una promesa, no se haya movido una sola
"palada" de tierra para construir la pista. ¡Gracias campeona!