martes, 5 de febrero de 2013

De largo aliento (4 de febrero de 2013) - GANAR NO ES LO ÚNICO, NI ES SUFICIENTE


GANAR NO ES LO ÚNICO, NI ES SUFICIENTE
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado en la columna "De largo aliento" del Periódico El Deportivo el lunes 4 de febrero de 2013 

La Selección Colombia de Fútbol volvió a saborear la clasificación a un mundial de la categoría  juvenil. Gran logro, importantísimo para nuestro balompié. A la hora de escribir esta columna, existía la posibilidad de que fuera campeón del Campeonato Suramericano, lo que también tiene un significado valioso. Esta vez, como ocurriera con Rueda y con Lara en su momento, el equipo logró el objetivo básico de ganar; pero se olvidó de la esencia del juego, por lo menos en mi óptica, jugar bien y entretener. Apenas normal, pues ya se volvió costumbre en el fútbol ocuparse de la competencia y no del espectáculo.  

No hay duda de que bajo la dirección de Carlos Restrepo regresaron los resultados positivos en la juvenil para dejar atrás un bache en la categoría en el que Eduardo Lara prometió pelear el título del mundo en casa, desaprovechó un suramericano que incluso daba cupo a los olímpicos, y luego fracasó.  Con Restrepo, volveremos a la escena mundial con jugadores de gran técnica, con una buena planificación, con  buen ojo en la selección y sin promesas de título. Ojalá para la cita orbital en Turquía, se mejore en lo colectivo y se trabaje más por encontrar la identidad de nuestro balompié, de toque, tenencia de la pelota y buen fútbol, por la que todavía nos reconocen en algunas partes del mundo.

Ganar siempre será importantísimo. Es el objetivo de la competencia y a eso van todos. Es uno de los resultados posibles en el juego, el que todos quieren. Por su parte, jugar bien y entretener es otra cosa; es lo necesario en el espectáculo. El fútbol está hecho para ser visto y para disfrutarlo; por ende, es necesario pensar en el juego. No tiene sentido pagar por una boleta o gastarse horas frente al televisor solo para ver a un equipo ganar; si fuera así, bastaría con saber el resultado. Uno ve los partidos, al menos yo lo hago así, para que los jugadores me descresten, para ver armonía en el juego, para encontrar diversión. La Selección que va para Turquía no llenó en este suramericano, no logró entretener, su fútbol no gustó. Eso sí, tiene mucho mérito que ganó; pero no es suficiente.

Uno entiende que los tiempos han cambiado, que los jugadores en esta edad cada vez son menos maduros, que la presión de los empresarios no deja actuar a los muchachos y que en el fútbol de hoy es suficiente con competir y ganar. Lejos estamos de volver a ver en selecciones juveniles un equipo romántico, generoso en espectáculo, que haga vibrar y emocionar con su juego; como en su momento lo fue la selección juvenil del profesor  Marroquín.  Estamos lejos, pero con Restrepo y Paniagua en la dupla técnica no lo creo imposible. 

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