Hay
momento y hay formas
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "Tiro Libre" en el periódico Q´Hbo el 2 de mayo de 2012
Toda decisión administrativa tiene un
momento adecuado para ser tomada y una forma apropiada para darla a conocer. Lo
primero es asunto de estrategia, lo segundo, cuestión comunicativa, que también
tiene un alto componente estratégico. De ambas cosas, poco saben las
organizaciones deportivas.
Hablemos
primero del momento. La mitología griega construyó dos tipos de dioses para el
tiempo: Cronos, el inmediato
y secuencial, que nos lleva a la muerte; y Kayros, que representaba el instante
adecuado para hacer las cosas, el que nos devuelve la vida. Los directivos del
fútbol toman las decisiones en Cronos, en el reloj, y no en Kayros, en el
momento justo. Es un asunto de mitología, pero también de inteligencia y
sentido común.
24 horas antes de un partido
definitivo no era el momento para prescindir del técnico. No por el resultado
ante Vélez, que es accidental, sino por el deterioro de la imagen y por la
crisis administrativa que se puede desatar. Ambas cosas pueden resultar más
costosas que una clasificación. El factor tiempo es una de las variables más
importantes en la toma de decisiones, demuestra el pensamiento estratégico o la
improvisación. Si el hincha es pasional y vive de los resultados, la
organización deportiva tiene que ser racional y vivir de una planeación. Para
el hincha Cronos, para el club, Kayros.
Ahora veamos brevemente la forma. A
“Sachi” lo sacaron de Nacional como a Leonel de la Selección. Cuando los
contrataron: una rueda de prensa rimbombante presentando su palmarés y
poniéndoles la camiseta como símbolo del compromiso; para despedirlos: un
comunicado público lacónico y a ellos, una simple carta. La elegancia, esa
parte fundamental de la etiqueta, al parecer no hace parte de las
organizaciones deportivas que reflejan en sus formas de comunicar los estilos
de administración que tienen.
Nadie discute las razones reales de la
salida de Escobar, que entre otras cosas no se conocen; lo que se cuestiona es
el tiempo de la decisión: poco prudente y muy riesgoso para la organización. La
pregunta no es ¿por qué salió?, sino ¿por qué lo sacaron de esa forma y en ese
momento?
Siempre he tratado de entender la vieja
frase que afirma que las empresas no tienen corazón; y pienso que al menos
deberían tener cerebro para buscar una buena manera y un buen Kayros.
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