miércoles, 2 de mayo de 2012

Tiro Libre 6 - Hay momento y hay formas


Hay momento y hay formas
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "Tiro Libre" en el periódico Q´Hbo el 2 de mayo de 2012

Toda decisión administrativa tiene un momento adecuado para ser tomada y una forma apropiada para darla a conocer. Lo primero es asunto de estrategia, lo segundo, cuestión comunicativa, que también tiene un alto componente estratégico. De ambas cosas, poco saben las organizaciones deportivas.

Hablemos primero del momento. La mitología griega construyó dos tipos de dioses para el tiempo: Cronos, el inmediato y secuencial, que nos lleva a la muerte; y Kayros, que representaba el instante adecuado para hacer las cosas, el que nos devuelve la vida. Los directivos del fútbol toman las decisiones en Cronos, en el reloj, y no en Kayros, en el momento justo. Es un asunto de mitología, pero también de inteligencia y sentido común.

24 horas antes de un partido definitivo no era el momento para prescindir del técnico. No por el resultado ante Vélez, que es accidental, sino por el deterioro de la imagen y por la crisis administrativa que se puede desatar. Ambas cosas pueden resultar más costosas que una clasificación. El factor tiempo es una de las variables más importantes en la toma de decisiones, demuestra el pensamiento estratégico o la improvisación. Si el hincha es pasional y vive de los resultados, la organización deportiva tiene que ser racional y vivir de una planeación. Para el hincha Cronos, para el club, Kayros.

Ahora veamos brevemente la forma. A “Sachi” lo sacaron de Nacional como a Leonel de la Selección. Cuando los contrataron: una rueda de prensa rimbombante presentando su palmarés y poniéndoles la camiseta como símbolo del compromiso; para despedirlos: un comunicado público lacónico y a ellos, una simple carta. La elegancia, esa parte fundamental de la etiqueta, al parecer no hace parte de las organizaciones deportivas que reflejan en sus formas de comunicar los estilos de administración que tienen.

Nadie discute las razones reales de la salida de Escobar, que entre otras cosas no se conocen; lo que se cuestiona es el tiempo de la decisión: poco prudente y muy riesgoso para la organización. La pregunta no es ¿por qué salió?, sino ¿por qué lo sacaron de esa forma y en ese momento?

Siempre he tratado de entender la vieja frase que afirma que las empresas no tienen corazón; y pienso que al menos deberían tener cerebro para buscar una buena manera y un buen Kayros. 

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