miércoles, 30 de enero de 2013

De largo aliento (28 de enero de 2013) - Todos vuelven...



Todos vuelven...
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

El fútbol Colombiano bailará este semestre al ritmo de Rubén Blades con su sentimental tema "Todos vuelven". El regreso de Ángel, Valdés, Pertúz, Montero y Edixon Perea, entre otros, hace que la Liga criolla tararee en coro que "todos vuelven a la tierra en que nacieron, al embrujo incomparable de su sol..."

Muchos tratan de explicar cuál es el verdadero embrujo que seduce a este grupo de nacionales para regresar al rincón donde nacieron. Pienso que no hay una razón única. En cada caso, la motivación es diferente. Basta con escucharlos hablar: oportunidad de jugar, afectos al club al que vuelven, el llamado de la tierrita, estar cerca para que los vea el DT de la Selección...

Explicaciones válidas, por supuesto, pero no sé si todas sean sinceras. La que es inocultable, aunque pocos la reconocen,  es que el factor económico pesa. Los salarios que cobrarán los "repatriados" no son nada despreciables. Están en su derecho a cobrar por el nombre que han construido. Y ya que los jugadores de primer nivel de otras latitudes se hacen inalcanzables, una buena opción es traer nacionales que sirvan de gancho para la tribuna y que aporten experiencia para mejorar el nivel.

También es cierto que "todos vuelven por la ruta del recuerdo", Y en eso hay que ser claros. Ninguno vuelve después de una temporada o un año descollante. Ninguno viene de ser figura en una Liga de alto nivel. No veo mayores diferencias entre el fútbol colombiano de clubes y el de países como Estados Unidos, de donde viene la mayoría de repatriados. Así las cosas, vuelven para recordar, para retomar, para volver a ser.

Ahora bien, contrario a años anteriores, es indiscutible que esta vez hay mayor expectativa por la Liga. Los "repatriados" tienen mucho que ver. Ojalá lo entiendan, lo asuman y aporten. Y ojalá con ellos, el nivel levante. El de ellos y el de nuestro fútbol.


sábado, 26 de enero de 2013

Tiro Libre 42 - Pony que emociona y cuestiona


PONY QUE EMOCIONA Y CUESTIONA
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado en la columna Tiro Libre del periódico Qhubo, el miércoles 17 de enero de 2013

El Ponyfúbtol es un certamen que cumple doble función entre quienes observamos este deporte: de un lado, le devuelve a uno el amor y el fervor por esta disciplina deportiva; pero del otro, nos cuestiona bastante, al hacer evidente muchas problemáticas del fútbol de los mayores que empiezan a apreciarse en los pequeños.

El Pony recupera la picardía, el talento, las jugadas vistosas, el pundonor y la magia. Los partidos en la Cancha Marte lo hacen a uno vibrar, sufrir y disfrutar al mismo tiempo. La esencia del fútbol está ahí. Los niños nos regalan, en la mayoría de los partidos, un fútbol lírico, sin trampas, sin mañas.   Además, la Corporación Los Paisitas, organizadora del certamen, conserva la filosofía del Juego Limpio cono eje orientador del Festival. Ese fútbol de chicos nos devuelve la fe.

Sin embargo, para quienes seguimos siendo románticos con el juego, el Pony también nos hace reflexionar. Mientras estos niños de 12 años van a la cancha a vivir su fiesta; en las graderías pululan “empresarios” que ofrecen,  proponen y prometen soluciones económicas a las familias. Claro, se trata de fenómeno que ya normal en el fútbol, basta ver lo que pasa en el Suramericano juvenil; pero que suena peligroso y apresurado cuando se trata de niños que a los 12 años están en edad de exploración, y muchas veces ni jugar al fútbol es lo que quieren.

También cuestiona ver algunos equipos armados a partir del criterio del biotipo y con la filosofía de ir a la Marte solo para ganar. Cuando el objetivo es solo ese y no se logra cumplir, la frustración resulta siendo alta; asunto complicado cuando de niños se trata.

El Pony es una fiesta, y más que una competencia es un Festival. Uno entiende que los tiempos cambian, que cada vez la alta competencia se vuelve prioridad para nuestras sociedades y que en el fútbol cada día lo económico se impone. En el caso del Pony, la Corporación que lo organiza tiene claro lo primero; pero a veces algunos “dueños” de equipos y peor aún, algunos padres de familia, creen que lo segundo es lo fundamental, y consideran el paso por la Marte será la solución económica de una familia o de un club. Algunos ven el fútbol de los niños como si fuera de hombres grandes. Triste presenciarlo, porque quienes piensan y actúan así están cometiendo un delito: le están robando la infancia a sus hijos.

sábado, 12 de enero de 2013

Tiro Libre 41 - No basta con Falcao para ser grandes

No basta con Falcao para ser grandes

Publicado en la columna Tiro Libre del periódico Qhubo el miércoles 9 de enero de 2013


No nos confundamos: en Colombia no tenemos el mejor fútbol del mundo; ni uno de los mejores. Tenemos a Falcao, el mejor 9 del planeta, sin dudas; pero querer generalizar o extrapolar a lo colectivo no es más que una exageración.

La presencia de Falcao en el 11 ideal de FIFA es lo más importante a nivel de reconocimientos que ha conseguido un jugador nacional en la historia. Y se lo merece. Estar en ese grupo selecto es tan importante como el reconocimiento al escorpión de Higuita como mejor jugada de la historia y supera la inclusión de Valderrama en varias selecciones ideales de eliminatorias, Copas América y mundiales.

Que el momento de la selección de mayores es muy bueno, nadie lo discute. Que hay una opción muy viable de regresar a un mundial 16 años después, también es cierto. Que en la generación actual hay 30 o 35 jugadores de élite mundial, válido; pero que somos de los mejores del mundo por esas razones, no creo.

Querer utilizar el gran momento individual de Falcao para representar con él a un fútbol que a nivel de clubes tiene grandes dificultades, que no tiene procesos a largo plazo, que todavía no entiende la importancia de promover la rama femenina y que no tiene un plan de desarrollo a largo plazo no es más que una falacia y que un comentario alegre.

Para ser grandes en el fútbol mundial hay que tener mucho  más que un fenómeno como Radamel. Nuestro fútbol es de pantalón corto todavía. Por fortuna, la vida nos premió con otro fuera de serie, como el Pibe o como René.

Tiro Libre 40 - Pudieron ser 5, pero quedarán 3


Pudieron ser 5, pero quedarán 3
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado en la columna Tiro Libre del periódico Qhubo, el miércoles 2 de enero de 2013

Al mediodía podríamos quedarnos con 3 equipos profesionales en Antioquia, una vez se anuncie el vuelo de las Águilas Doradas a un nido muy distante de las montañas paisas. En menos de 2 meses pasamos de soñar con 5 a jugar con 3. Nos quedó grande como región sostener ese cañazo.

El ascenso de Petrolera, jugando el torneo en Guarne y las finales en Envigado, fue para muchos la llegada de un quito equipo paisa al profesionalismo. Algunos lo titularon así, olvidando que la ficha pertenecía a un equipo santandereano, que ahora al parecer, jugará en la costa. De 5 rápidamente quedaron 4.

Hoy la noticia es que Itaguí se va. Una vez más (ya había pasado hace un año), la incertidumbre llegó al club en lo relacionado con el apoyo económico y el respaldo de la administración municipal. No conozco los pormenores de la relación club-alcaldía ni los términos de la negociación, pero lo cierto es que Itaguí como ciudad pierde tal vez el mejor referente de imagen positiva que tenía ante el país, y que este año iba a tener ante el mundo con la Suramericana de fútbol y la Libertadores de Futsal. De 4nos quedan 3.

Somos una cultura tradicionalista y cerrada. No hay afición sino para los 2 equipos de siempre. Los patrocinadores privados escasean y para el fútbol se cuentan en una mano: Postobón, Pilsen, Une y Arroz Caribe. Y no hablar de la voluntad política, que en casos como el de Itaguí pareciera no entender la importancia de la representatividad, lo valioso de la identidad, y el valor de un intangible como la imagen.

De 5 pasamos a 3. A los antioqueños nos quedó grande el sueño de ser el epicentro fútbolístico del país.

El tema del deporte profesional amerita una profunda reflexión en el Departamento. Basta recordar que en el baloncesto el equipo se retiró, en ciclismo se tuvo que competir con un presupuesto recortado en el Orgullo Paisa, en Fútbol Sala ya no tendremos presencia pues Talento Dorado se va y en microfútbol hubo problemas de salarios en uno de los representantes paisas.

Las Águilas se van volando, pero dejan una corta y exitosa historia que nos hará recordarlos con gratitud, por su buen fútbol y por haber sido durante 2 años dignos representantes del fútbol Antioquia.

Tiro Libre 39 - En el fútbol, el que manda no manda


En el fútbol, el que manda no manda
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio


Publicado en la columna Tiro Libre del periódico Qhubo el miércoles 26 de diciembre de 2012

A diario escuchamos y repetimos la vieja frase de la sabiduría popular que sentencia que “el que manda manda, aunque mande mal”.  Aplica para todo: la decimos en la casa, la citamos en el trabajo, la usamos para referirnos al gobierno, y la cacareamos cada que hablamos de la autoridad en cualquier situación. Es una frase común, que expresamos resignados ante el poder y que nos explica casi todas las situaciones de la sociedad; parece que sirviera para toda actividad humana menos para el fútbol, que definitivamente se sale de cualquier lógica.

En el fútbol el que manda, no manda; sin importar cómo lo haga. Si bien, por definición, el que ostenta la autoridad es el Director Técnico y finalmente es él quien toma las decisiones, acertadas o erradas, nunca tendrá razón absoluta. Ni siquiera cuando gana, porque algo mejor pudo hacer. Mourinho, por ejemplo, cerró el año con una decisión errada, sentar a Casillas, el emblema del Madrid. Perdieron 3-2 con el Málaga y las protestas lo tienen a punto de salir del equipo. A la hora en que escribí esta columna, Florentino Pérez estudiaba su continuidad. Seamos sinceros, si hubiera ganado, igual le hubieran cuestionado la decisión.

Que Mourinho es prepotente, malgeniado y terco; nadie lo discute. Que es un técnico ganador, tampoco. Que sabe, es innegable. Que es el que manda en el Madrid, no deja duda, pues su cargo le da la investidura y sus decisiones por encima de todos, también. La suplencia de Casillas fue solo un eslabón más de la cadena de decisiones que han llevado al Madrid a una profunda crisis de autoridad. Ha mandado, pero ha mandado mal. Ahora, está distanciado del plantel, 10.000 aficionados marcharon para protestarle esa decisión demostrando el alejamiento con los aficionados, de la prensa ni hablar, y el presidente del club, que construyó su proyecto deportivo alrededor del técnico, ahora no sabe si tomar la decisión de excluirlo pueda significar también su declive como directivo. Es una de las paradojas del fútbol, al técnico lo llevan por bueno y cuando el equipo pierde, la culpa es toda de él.

El problema para los técnicos es que cada que toman una decisión, así lo haga bien, generarán polémica y discusión. Sobre todo, cuando no ganan. Ahí siempre serán cuestionados. Lo sabe Osorio en Nacional, lo vivió Bolillo con el DIM cuando el equipo no arrancaba, y hasta Pékerman lo experimentó cuando la selección ganó sin jugar bien.  Claro, que pon encima de lo que usted y yo pensemos, a ellos los contratan para eso, para mandar; hay de aquél que no lo haga. 

Tiro Libre 38 - A todo señor…


A todo señor…
Por Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado el miércols 19 de diciembre de 2012 en la Columna Tiro Libre del periódico Qhubo

Aunque ya los recibió todo el fin de semana por lo hecho en la final, hay muchas razones de más peso para rendirle honores a Hernán Darío Gómez como técnico de fútbol. Dos de ellas, en particular, me motivaron estas líneas. La primera es un asunto circunstancial. Como los buenos capitanes de navío, no abandonó el barco cuando todo apuntaba el naufragio. Por el contrario, aguantó el vendaval  y las aguas turbias, y se puso al frente del barco. Finalmente, no solo condujo al Medellín en medio de una horrorosa tempestad, sino que lo llevó a puerto seguro después de que esta terminó y sembró esperanzas para sus próximas salidas al mar.

Dejo hasta ahí la analogía para decirlo más directo: Bolillo le devolvió el alma y la esperanza, futbolísticamente hablando, a un equipo centenario del que poco había y en el que nadie creía hace 5 meses. Obviamente, el trabajo administrativo encabezado por Julio Roberto Gómez fue fundamental, pero quiero  ocuparme hoy solo de lo futbolístico.

Que fue muy defensivo, que salía a aguantar, que ganó en los minutos finales, que su fútbol no era vistoso y que cuando la clasificación estaba complicada no tuvo calma y terminó expulsado… absolutamente cierto. Pero también lo es, que mostró trabajo, que su equipo tuvo orden, que aprovechó al máximo los recursos que tuvo y que a punta de táctica compensó las carencias en nómina que tenía la institución. Eso es lo meritorio. O ¿cuántos otros con tan poco hacen tanto? y ¿cuántos otros con mucho hacen menos?

Mi segunda razón para acordarme del técnico subcampeón es más filosófica y tiene que ver con elemento que he reclamado en el fútbol constantemente: la identidad. Sin importar quien juegue o quien dirija, un equipo tiene que tener una esencia: el jogo bonito de Brasil, el fútbol aéreo de Paraguay,  el fuerte y veloz de los africanos, el toque - toque  de Colombia o la garra de Uruguay; el fútbol romántico del Santos, el vertical del Madrid o el exquisito del Barcelona; el buen trato a la pelota de Nacional, la velocidad y potencia del América o el talentoso juego del Cali (identidades perdidas hace rato).

Para mí, en el fútbol como en la vida, primero es la identidad; lo demás son asuntos circunstanciales. Bolillo le devolvió al DIM su marca histórica: un equipo aguerrido y luchador, un equipo de pueblo.