En el fútbol, el que manda no manda
Por Jhon
Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna Tiro Libre del periódico Qhubo el miércoles 26 de diciembre de 2012
A
diario escuchamos y repetimos la vieja frase de la sabiduría popular que
sentencia que “el que manda manda, aunque mande mal”. Aplica para todo: la decimos en la casa, la
citamos en el trabajo, la usamos para referirnos al gobierno, y la cacareamos
cada que hablamos de la autoridad en cualquier situación. Es una frase común,
que expresamos resignados ante el poder y que nos explica casi todas las
situaciones de la sociedad; parece que sirviera para toda actividad humana
menos para el fútbol, que definitivamente se sale de cualquier lógica.
En
el fútbol el que manda, no manda; sin importar cómo lo haga. Si bien, por
definición, el que ostenta la autoridad es el Director Técnico y finalmente es
él quien toma las decisiones, acertadas o erradas, nunca tendrá razón absoluta.
Ni siquiera cuando gana, porque algo mejor pudo hacer. Mourinho, por ejemplo,
cerró el año con una decisión errada, sentar a Casillas, el emblema del Madrid.
Perdieron 3-2 con el Málaga y las protestas lo tienen a punto de salir del
equipo. A la hora en que escribí esta columna, Florentino Pérez estudiaba su
continuidad. Seamos sinceros, si hubiera ganado, igual le hubieran cuestionado
la decisión.
Que
Mourinho es prepotente, malgeniado y terco; nadie lo discute. Que es un técnico
ganador, tampoco. Que sabe, es innegable. Que es el que manda en el Madrid, no
deja duda, pues su cargo le da la investidura y sus decisiones por encima de
todos, también. La suplencia de Casillas fue solo un eslabón más de la cadena
de decisiones que han llevado al Madrid a una profunda crisis de autoridad. Ha
mandado, pero ha mandado mal. Ahora, está distanciado del plantel, 10.000
aficionados marcharon para protestarle esa decisión demostrando el alejamiento
con los aficionados, de la prensa ni hablar, y el presidente del club, que
construyó su proyecto deportivo alrededor del técnico, ahora no sabe si tomar
la decisión de excluirlo pueda significar también su declive como directivo. Es
una de las paradojas del fútbol, al técnico lo llevan por bueno y cuando el
equipo pierde, la culpa es toda de él.
El
problema para los técnicos es que cada que toman una decisión, así lo haga
bien, generarán polémica y discusión. Sobre todo, cuando no ganan. Ahí siempre
serán cuestionados. Lo sabe Osorio en Nacional, lo vivió Bolillo con el DIM
cuando el equipo no arrancaba, y hasta Pékerman lo experimentó cuando la
selección ganó sin jugar bien. Claro,
que pon encima de lo que usted y yo pensemos, a ellos los contratan para eso,
para mandar; hay de aquél que no lo haga.
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