En Colombia, prima la
emotividad
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado el miércoles 7 de noviembre de 2012 en el periódico Q´Hubo
Emotiva como pocas. Así es la liga profesional de fútbol
en nuestro país. A falta de una fecha para concluir la fase regular, el drama
por la clasificación lo viven seis equipos que buscan dos casillas, el descenso
se resolvió en la penúltima fecha y los cupos a torneos internacionales siguen
en juego. Como de costumbre, en este momento del torneo, a los aficionados y a
los clubes solo les interesa la matemática. El torneo está diseñado para eso. Para
muchos, es el torneo ideal; pero hay asuntos particulares que valdría la pena
considerar.
Los dos equipos finalistas del primer torneo, por
ejemplo, están por fuera de los 8, y no es la primera vez que ocurre. Al
parecer, terminar un campeonato y empezar el otro sin un tiempo prudencial de
descanso afecta demasiado el rendimiento y la motivación. No deja de ser
curioso e injusto que el técnico campeón del primer semestre y clasificado a
Libertadores esté en la cuerda floja.
También es particular, y en ello tiene mucho que ver el
sistema de juego, que equipos como el Cali, que cambiaron de técnico por bajo
rendimiento en la mitad del torneo, tengan posibilidades de clasificar y por
ende, de aspirar al título. O que un equipo sin técnico en propiedad como el
Cúcuta pueda mantenerse en los ocho y aspirar al título mientras piensa en la
promoción.
No se trata de situaciones casuales; porque si repasamos
la historia son irregularidades propias del sistema de juego. Nadie puede negar
que un torneo corto con una fase regular de 3 meses resulta siendo inmediatista
y resultadista; aunque no por ello se puede descalificar totalmente. La fórmula
mágica no existe; y se debe trabajar desde lo que hay, en aras de mejorar. Las
experiencias de no hacer cuadrangulares sino duelos directos por play offs, o de clasificar solamente 4 equipos a la fase
final, fue muy buena en lo deportivo; algún experimento se puede hacer en la
fase regular para que el nivel mejore; y para que esos hechos particulares ya
mencionados no se repitan.
Por lo pronto, vivamos de la emoción y olvidémonos de
mirar el nivel. El domingo haremos fuerza por tener a 3 de los 4 equipos
antioqueños en una fase final, luego del ayuno del semestre pasado cuando solo
clasificó el Itaguí. Y a partir del lunes, a esperar cualquier sorpresa, porque
cualquiera de los 8 clasificados podrá ser campeón.
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