Pagar dos veces para entrar a un estadio malo
Por Jhon Jaime Osorio
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El Deportivo el 29 de junio de 2012
Hace rato no veía la cancha del Eduardo Santos. Si por televisión se ve irregular y en mal estado, cómo será pisándola; peor aún, cómo harán los equipos de la B para que el balón ruede sobre ese irregular gramado. No hay derecho, ni con el Unión, ni con los que lo visitan, ni con el fútbol.
La de Neiva está casi igual. Y por comentarios sé que la de Ibagué, la de Cúcuta, la de Tuluá y la de Pasto tienen dificultades; para no ser riguroso con un listado en el que los estadios del fútbol de ascenso tendrían cupo asegurado.
No se puede hablar de equidad, de desarrollo o de calidad en el fútbol cuando los escenarios no dan las garantías para ello. Las razones para que tengamos un fútbol poco competitivo son muchas, pero el tema de los estadios es uno de los primeros a resolver.
Los estadios son del estado, son públicos. El fútbol es un negocio privado, es de particulares. Los equipos pagan arriendo o reciben el estadio en comodato. Lo curioso del negocio es que los aficionados terminan pagando 2 veces: al equipo con el valor de la boleta, y al estado con los impuestos. Lo peor: no asiste a un buen escenario ni ve un buen espectáculo.
Los único estadios dignos, y eso que con algunas reservas, son los 8 que fueron sedes en el mundial Sub 20. Mientras conseguimos un mundial para Valledupar, Popayán y Barranca, quién le responderá a los ciudadanos por el doble pago que hacen?