viernes, 30 de marzo de 2012

De largo aliento (Marzo 30/2012) - Somos buenos en deportes de a uno

SOMOS BUENOS EN DEPORTES DE A UNO
Por Jhon Jaime Osorio
Publicada en la columna "De largo aliento" en el periódico El Deportivo el viernes 30 de marzo

Si el indicador para evaluar la capacidad de trabajo en equipo en un país fueran sus logros en deportes de conjunto, Colombia se rajaría totalmente. Somos un país de individualidades, al que le cuesta mucho la colectividad.

Históricamente, en grupo hemos ganado muy pocos títulos del mundo: 2 veces con microfútbol, una de ellas en casa; en dos ocasiones en beisbol, 1947 y 1965, ambas como local; hace dos años en una nueva tendencia, el Ultimate femenino; y alguna vez en Hockey sobre patines, en el mundial de la categoría B. Estos títulos tienen mérito, pero son en cantidad no se pueden comparar con la gran cantidad de títulos mundiales que nos han dado las individualidades del boxeo, el ciclismo y las pesas, para mencionar solo algunas disciplinas.

El deporte nos enseña a diario que un equipo es mucho más que la suma de buenas individualidades. Se requiere acople, mucho trabajo y sacrificio de todos por la causa. Ahí no vamos los colombianos. Hasta muy cultural podría ser el tema. Sabemos de sobra que no basta con contratar a los mejores en cada puesto, o con hacer inversiones millonarias; todo equipo necesita un Jhony Pacheco que ponga a sonar bien la orquesta y unos músicos que no solo interpreten las partituras sino que acoplen su instrumento a la melodía y el ritmo particular del grupo. El trabajo en equipo, la colectividad, debe prevalecer por encima de sus integrantes. Ahí, Colombia se pifia, en el deporte y en la cotidianidad.

En deportes de conjunto, Colombia tiene talento. No cabe duda. Basquetbolistas, voleibolistas, futbolistas; para el deporte que se busque se encuentran deportistas. El problema son los procesos; se requieren una inversión alta y un trabajo al largo plazo.

A 118 días de la cuarta olimpiada del siglo, solamente el fútbol femenino ha logrado casilla por Colombia como deporte de conjunto. El panorama a Londres nos dice que será el único y que las posibilidades de una buena figuración son muy escasas, no por la capacidad técnica individual de las chicas; sino por la falta de un proceso serio de preparación y fogueo, que debería haber diseñado la Federación. La realidad ahí, como en muchas disciplinas de conjunto en Colombia, es que tenemos selección pero no tenemos equipo.


miércoles, 28 de marzo de 2012

Tiro Libre 1

Columna publicada en Q´Hubo el miércoles 28 de marzo de 2012

En Colombia las mujeres juegan mejor al fútbol que los hombres. Los resultados lo demuestran. Sé que la afirmación puede causar escozor y hasta rechazo y para no perder de entrada algunos lectores suavizaré un poco la frase: el fútbol femenino colombiano en selecciones tiene mejor nivel de competencia que el masculino. Dicho así, creo que no hay discusión.

En los últimos 5 años, las damas fueron al Mundial de mayores, al sub 20, clasificaron a los Olímpicos de Londres y acaban de ganar el cupo al certamen orbital sub 17. Como buenas deportistas colombianas, reciben muy poco apoyo y consiguen resultados sorprendentes. Contrario al fútbol masculino, que lo tiene todo y en este siglo no ha conseguido nada.

Es cierto que no se pueden comparar los resultados porque los niveles de competencia son diferentes; pero el comparativo aplica cuando miramos asuntos de inversión que llevan a la reflexión: para los hombres, todo; para las damas, muy poco. ¿Y quiénes ganan y consiguen cosas importantes? Ahora que están de moda los discursos de equidad, respeto, dignidad y juego limpio, qué bueno sería que a las damas del fútbol se les dé lo que merecen.

El único deporte de conjunto que tendrá Colombia en los Olímpicos será el fútbol femenino. Faltan 4 meses y no se conoce el plan de trabajo. ¿Será que se está aplicando la fórmula Pekerman de no hacer partidos de preparación antes de la competencia? Los hombres están jugando en sus clubes y en diferentes ligas; las damas  esperan con paciencia, pues en Colombia no hay ni liga ni un torneo nacional organizado, sencillamente porque no ha habido voluntad de los dueños del fútbol.

Como país, no hemos superado la mirada machista. Más de uno cuando ve jugar a las chicas trata de buscarles el lado masculino. Pocos entienden que el fútbol femenino no es el mismo de hombres jugado por mujeres, sino que es fútbol femenino, con otros cuerpos, otra estética, otra condición técnica, otras estrategias; otro sentir. Es hora de superarlo y entenderlo. No es asunto de leyes ni de discursos: el deporte es con plata y con voluntad. Señores de la Federación: aunque muchos no lo acepten, ellas juegan más que los hombres.

lunes, 26 de marzo de 2012

Siempre hay una primera vez

Siempre hay una primera vez
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "De largo aliento", en  el Deportivo, el lunes 26 de marzo de 2012

La agresión verbal es tal vez uno de los pecados más confesados por los colombianos  en estos días previos a la Semana Santa. El insulto y la ofensa son acciones tan cotidianas como comer o caminar. Los improperios se escuchan diariamente cuando conducimos, jugamos, vemos el fútbol o cuando montamos en bus. Debemos reconocerlo: somos un país de insultos. Eso sí, que sean común hacerlo no quiere decir que sea válido. Además, que sea tan frecuente no quiere decir que no tenga sanción; y aunque el delito sea común, para la Ley siempre hay una primera vez.

Seamos sinceros: cualquiera que vaya a fútbol en Colombia sabe que los hinchas del Pasto no fueron ni los primeros ni los únicos que han agredido con insultos racistas a los jugadores de otro equipo; en este caso de La Equidad. Un simple ejercicio de lectura de labios en cualquier partido de los que vemos por Directv bastaría para comprobarlo. Eso sí, debemos reconocer que el árbitro Juan Carlos Gamarra sí es el primero que reporta esta actitud censurada y castigada en el mundo del fútbol; y si no lo fue, al menos es la primera vez en la historia que la Comisión Disciplinaria se ocupa de revisarlo y aplicar lo que dice el reglamento al respecto en el Artículo 104 del Código Único de la Federación.

Ahora bien, ya que nos acordamos de la Ley, valdría la pena que la Dimayor revisara muchos hechos similares que a diario se presentan en el fútbol y no se quedara en el hecho puntual de Pasto, porque empezaría a ser sospechoso que solo aplicara el reglamento en ese caso específico. Que tal los cánticos de muchas barras en los estadios, que en sus letras agreden y ofenden al equipo adversario por su condición racial, por su procedencia geográfica y en algunos casos, hasta por su condición económica. ¿Amerita sanción?, o cuando es cantadito sí vale…Creo que por ahí podríamos comenzar a poner en cintura este fútbol, que si bien es la diversión de muchos no puede ser un espacio  para pecar y contravenir las normas.

Con la multa de 11 millones de pesos que le pusieron al Pasto, la Dimayor se acordó que normas hay, pero que falta aplicarlas. Además, nos hizo tomar conciencia todos, no solo a los pastusos, de que educación en el fútbol no hay y falta quien la asuma. Queda ahora una expectativa en el país: el rasero debe ser el mismo para todos. Por ahora: a cuidar la boca y a respetar a los demás. El fútbol es un juego, la dignidad humana no lo es.

viernes, 23 de marzo de 2012

COLOMBIA HACE FUERZA

COLOMBIA HACE FUERZA
Por Jhon Jaime Osorio Osorio
Columna publicada  en El Deportivo el viernes 23 de marzo

Colombia es un país que hace fuerza todos los días: por las injusticias, los escándalos, la corrupción, la comida, la inseguridad, las inequidades, los artistas de los realities  y obviamente, por los deportistas que visten el tricolor nacional. Fácilmente podríamos hacer un concurso para escoger al Hércules, el Atlas o el Sansón criollo. Hacemos fuerza, para mercar, para pagar los servicios, para sobrevivir y hasta para ganar medallas. No es casual que Colombia sea potencia mundial en un deporte en el que la fuerza concentrada y explosiva es el requerimiento físico fundamental.

Ayer comenzó en el Coliseo Iván de Bedout de Medellín, el Panamericano de Pesas de  la categoría juvenil. Poca difusión le dieron los medios a las tres primeras preseas doradas, que se colgó categóricamente un compatriota. Tal vez, la costumbre de ganar en mundiales y olímpicos hace que nuestros medios no se ocupen de una tripleta de medallas en el segundo evento más importante de las pesas juveniles después del mundial. A esa hora todo el mundo hacía notas previas, grabadas desde el miércoles, mostrando como se pararía en la cancha Godoy Cruz. Pasó desapercibido que el risaraldense Jhon Jairo Serna levantara 108 kilogramos en la modalidad de arranque y 135 en envión, y con la sumatoria de 243 se quedara con el otro oro, el del total.

Como referencia, la categoría  en la que compitió Serna fue la de 56 kilogramos; en cada uno de sus ejercicios levantó aproximadamente el doble de su peso corporal.  Hicimos fuerza por él, pero él la hizo por Colombia y ante muy pocos espectadores, a pesar del ingreso gratuito, llenó de gloria deportiva al país. 

De las 11 medallas conseguidas por Colombia en su historial olímpico, tres han sido literalmente haciendo fuerza. El único oro del país ha sido el de María Isabel Urrutia en Sidney 2000. El Panamericano que continúa hoy viernes y termina mañana  en Medellín marca la pauta de cara al mundial de Guatemala en mayo, y es el referente inicial para los Olímpicos de Río 2016. Así se hable poco de él, así se transmita por televisión  pero en diferido, así vaya poca gente a las graderías, así el gobierno departamental no lo haya apoyado económicamente, así la empresa privada ni se asome, así Coldeportes y la Federación hayan tenido que hacer un esfuerzo grandísimo para realizarlo, Colombia es fuerte en este deporte.

Lo que hizo Serna ayer al mediodía abrió una expectativa grande y empezó a ratificar algo que sabemos hace rato: Colombia es muy fuerte en  este deporte de fuerza que ni escenarios propios tiene. Hagamos fuerza para que alguien lo apoye como debe ser.

lunes, 19 de marzo de 2012

A propósito de la organización del deporte profesional

A propósito de la organización del deporte profesional
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna “DE largo aliento”, en el periódico El Deportivo Paisa, el lunes 19 de marzo de 2012

Logo de la NBA
Ayer domingo se jugaron ocho partidos de la NBA. Hoy lunes habrá seis y el sábado se habían disputado ocho más.  Por el paro laboral antes de iniciarse la temporada, el torneo 2011-2012  tuvo que hacerse con un calendario apretado que incluye programación diaria hasta el 26 de abril próximo. Los 30 equipos convocan público, e incluso ayer en los encuentros en los que actuaban los coleros como Washington, New Orleans y Sacramento, las asistencias a los coliseos superaron los 10.000 aficionados. El promedio en la temporada asciende a los 17.000 por juego.

Siempre se ha dicho que la NBA es algo más que una liga de baloncesto; que sus partidos superan lo competitivo y se convierten en espectáculos completos y en eventos sociales de primer orden para los norteamericanos. La comodidad de los escenarios, las facilidades de ingreso, los shows adicionales de porristas y mascotas, las rifas, la interacción con el aficionado, las facilidades para la prensa y obviamente la calidad del espectáculo deportivo son algunas de las razones que argumentan los estadounidenses para  explicar su masiva respuesta.

La NBA es una organización deportiva de carácter privado, independiente de la Federación Americana y completamente autogestionable. Cada uno de los 30 equipos, constituida como sociedad anónima, es socia y oficia como franquicia del negocios. La asociación se encarga directamente de negociar los derechos de televisión, al igual que los patrocinios y el merchandising. Además, tiene un mercado de jugadores propio, que permite el intercambio entre clubes de acuerdo con el valor del contrato anual del deportista. La utilidad anual de la NBA se distribuye de manera proporcional. El modelo ha sido copiado por algunas ligas profesionales de distintos deportes en el mundo, con adecuaciones a las particularidades económicas, legales o políticas de cada país.

En otros deportes y en otros países, programar partidos todos los días en todos los horarios, significaría desorden y provocaría una crisis económica por las bajas asistencias. Algunos dirán que la idiosincrasia y el poder adquisitivo de los norteamericanos es lo que hace que ellos puedan tener una organización deportiva tan particular. Otros pensamos que es la manera de concebir el negocio para beneficio de todos, lo que les permite tener una liga poderosa. 

jueves, 15 de marzo de 2012

FÚTBOL SIN LEY

FÚTBOL SIN LEY
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "De largo aliento" en el Deportivo Paisa, el viernes 16 de marzo. 

Navajas, gases lacrimógenos, estampidas, enfrentamientos, puñaladas, sangre, gritos, insultos, peleas, desazón, indignación... Así terminó el clásico antioqueño el domingo pasado. No dentro del estadio, sino en sus exteriores. El fútbol cambió demasiado; ya no es una fiesta.

La salida del Atanasio Girardot fue abrupta, violenta e indignante. Sentí miedo. No es la primera vez que me pasa, pero esta vez fue transformado en terror. Lo tengo claro: no vale la pena arriesgar la vida por ir a cubrir un partido de fútbol. Lo que era un enfrentamiento simbólico, una fiesta de familias, un espectáculo deportivo, hoy es una guerra real, un choque de pandillas, un peligro latente para la ciudad. Así de triste, pero así de claro: ir a un clásico es riesgoso, no por el partido en sí, sino por el entorno.

Siempre me llamó la atención escuchar a un hincha decir que él sería capaz de dar la vida por su equipo. Creí que era la hipérbole perfecta para ilustrar el sentimiento por una divisa. No. Después de lo del domingo, estoy seguro de que es literal. Dan la vida, agreden, apuñalan y son capaces de matar.

No volveré a decir que “son unos pocos desadaptados que se tiran en el espectáculo”; más de 300 detenidos después de un partido no son una cifra menor. Tampoco diré que es “un problema del fútbol”; porque todos sabemos que es una problemática social, que se apoderó hace rato de muchos espacios, incluso de los del fútbol. Mucho menos volveré a afirmar que “siquiera se sancionó la Ley 1445,  porque con ella se le puso el tate -quieto a los violentos”; mentira crasa tener una Ley que no se aplica y que casi un año después de sancionada no tiene reglamentada su aplicación.

El 12 de mayo de este año le partiremos el primer pastel de cumpleaños a la denominada Ley Parodi, que acabaría con los violentos en el fútbol. Si las letras de esa jurisprudencia se llevaran a la práctica, lo ocurrido el domingo nos hubiera arrojado por lo menos 300 multas entre 20 y 100 salarios mínimos legales vigentes, y el mismo número de prohibiciones para asistir a fútbol en un periodo entre 1 y 3 años. 

La salida del estadio fue el domingo a las 8:30 de la noche, 24 horas después, los 300 detenidos estaban en sus casas. Seguramente, en 10 días, cuando se juegue el segundo clásico paisa del año, esos 300 que fueron detenidos, y unos 300 más que no detectó el operativo, volverán a estar. Y yo, que voy a estadio a trabajar, volveré a correr para salvar mi vida.

domingo, 11 de marzo de 2012

Soñé con un canal deportivo

Soñé con un canal deportivo
Por Jhon Jaime Osorio
Columna publicada en el periódico El Deportivo el lunes 12 de marzo de 2012

El sábado en la tarde me venció el cansancio. Eras las 6:30 p.m., estaba en el sofá, con un tinto en la mano y el televisor al frente. Literalmente caí en los brazos de Morfeo, el mitológico Dios griego, hijo de Hipnos y Nix, que batiendo sus alas me permitió huir de las maquinaciones terrenales. Dormí profundamente. En ese estado onírico imaginé que la Comisión Nacional de Televisión decretaba la apertura de un tercer canal en Colombia, que “obligatoriamente debía ser deportivo, no futbolero”.

Soñé que veía en el canal cómo María Luisa Calle, en Mar de Plata, se colgaba una medalla de oro en los Panamericanos de Ciclismo. Antes habían pasado la prueba de atletismo en la que Rafith Rodríguez, en el Mundial de Atletismo Bajo Techo, en Turquía, tropezó en la semifinal de los 800 metros con un polaco. Además, mostraron “en exclusiva”, la primera válida de la Copa  Internacional de Bicicross 2012 en Brasil, donde Carlos Mario Oquendo se coló en un podio lleno de camisetas locales.

Entre transmisión y transmisión, pasaban promocionales de las próximas eventos: “trasnóchese con el mejor tenis del mundo; el colombiano Santiago Giraldo frente a un Top 20 de la ATP”, “siga paso a paso el Suramericano de Rugby Sevens. Colombia entre los favoritos”… Cuando terminó el ciclismo, comenzó un noticiero deportivo con otros deportes en los que Colombia  habían sido protagonista. Justo ahí me despertó el grito de William cantando el gol de Cali a Millonarios. Quería dormirme nuevamente para continuar mi sueño, pero ya no pude, con el grito de gol se me había regado el tinto en la camisa. Despertar fue una pesadilla.

Dicen que los sueños no son inocentes. Al medio día, desempolvé algunos videos de mis transmisiones en los desaparecidos Paisadeportes (intento de canal deportivo en un cableoperador, que se acabó por falta de recursos) y Teleantioquia Deportes (proyecto del canal regional que hizo 637 transmisiones deportivas en 4 años y se acabó por cambio de administración).  También estuve leyendo las cifras que revelaron Une – Telmex y Telefónica al anunciar que definitivamente no transmitirán el fútbol  colombiano (con el 1,8% de esa cifra se hicieron las 637 en el regional). Menos mal mi mamá no estaba al lado, porque hubiera soltado su habitual frase para aterrizarme en la realidad: “Siga soñando mijo, que eso relaja…”.  

jueves, 8 de marzo de 2012

¿Y ahora quién podrá desarrollarnos?

¿Y ahora quién podrá desarrollarnos?
Por Jhon Jaime Osorio
Columna "De largo aliento". Publicada en el periódico El Deportivo el viernes 9 de marzo de 2012

¡Qué vaina! Se fue Comesaña de la Federación y no conocimos su plan de trabajo para el desarrollo del fútbol colombiano. Tal vez, por el poco tiempo que estuvo en el cargo no alcanzó a presentarlo; o quizás lo hizo y como la Federación es un ente privado sencillamente no lo ha dado a conocer. Lo mismo ocurrió con Maturana cuando estuvo en esa función.

En el reglamento de la FIFA se estipula que cada país debe contar con un Director Técnico y de Desarrollo, y en el perfil sugerido se establece que debe ser “un hombre del mundo del fútbol con credibilidad, reconocimiento y experiencia en la educación del mismo”. Así que ido Comesaña por voluntad propia, la Federación deberá buscar un técnico que tenga ese perfil. Es obligación tener a alguien en ese cargo.

Según lo que plantea la FIFA, palabras más palabras menos, de quien ocupe ese cargo depende la planificación de la sostenibilidad a largo plazo y el progreso del fútbol en su país. Se me ocurren algunas preguntas: ¿cuál ha sido la planificación?, ¿qué tanto ha sido el progreso de nuestro fútbol?, ¿qué tan competitivas son ahora las distintas selecciones nacionales?, ¿cuál ha sido el mejoramiento logrado a nivel de los clubes en los torneos continentales?,  ¿cuántos jóvenes talentos se han identificado en los dos años que el cargo ha sido ocupado?, ¿cuál ha sido la expansión del fútbol femenino en el país?, ¿cuál es la filosofía del fútbol nacional?, y ¿cuáles son los valores educativos de este deporte?. En esencia, esos son los indicadores que se le deberían medir a quien sale del cago, y lo que se le debe exigir a quien lo ocupe, según lo que la FIFA dice en sus documentos.  

Bueno, tal vez estas preguntas ya hayan sido resueltas por don Julio Comesaña a la Federación, antes de irse.  Lo propio debió hacer Maturana. Seguramente, en algunos días, nos darán a conocer el balance. O tal vez a nosotros no, aunque creo que a la FIFA sí, porque entiendo que cada país recibe un Programa de Asistencia Financiera, FAP por su sigla en inglés, por parte de la FIFA cada año, y ese dinero debe canalizarse hacia el desarrollo del fútbol en el país. De esa platica, ya se gastó una parte en dos años de salarios. ¿Los resultados?, como en el villancico: ya vendrán, ya vendrán, ya vendrán.

domingo, 4 de marzo de 2012

SUEÑOS DE NIÑOS QUE QUIEREN SER OLÍMPICOS

SUEÑOS DE NIÑOS QUE QUIEREN SER OLÍMPICOS
Por Jhon Jaime Osorio Osorio
Columna "DE largo aliento", publicada en el periódico el Deportivo el lunes 5 de marzo de 2012

En Medellín hay regocijo, alegría y celebración. La elección de la ciudad como una de las ciudades candidatas para ser sede de los Terceros Juegos Olímpicos de la Juventud en el 2018 ha generado reacciones positivas en la ciudadanía y obviamente en sus dirigentes.  La lucha será con Buenos Aires, Guadalajara, Glasgow, Poznan y Rotterdam. No será fácil, pero Medellín sueña. Qué bueno por la ciudad y por el país; y qué bueno por el deporte  infantil de Colombia, que en medio de tantas noticias negativas tiene hoy una esperanza.

Si a Medellín le dan la sede, asunto que se definirá en julio de 2013, el país necesitará unos excelentes deportistas para que nos representen dignamente dentro de 5 años. Hay que recordar el viejo refrán de la tradición popular paisa tan bien aplicado en los Juegos Suramericanos del 2010 y tan mal aplicado en el Mundial sub 20: “no se puede hacer la fiesta en la casa  para que venga otro y se nos baile la novia”. Si nos dan la sede olímpica juvenil, hay que trabajar para que los colombianos sean los mejores anfitriones y los protagonistas competitivos de esa olimpiada.

Los juveniles del 2018 son los infantiles y preinfantiles de hoy. Son los mismos deportistas que asisten a festivales y a sus primeros campeonatos nacionales de cuenta de sus padres. Los que cuando sufren una fractura o tienen un problema de salud hacen fila en la EPS o el Sisben vistiendo la camiseta de su departamento o del país, porque los entes departamentales y nacionales poco apoyo les brindan al respecto; los que por vocación y gusto dedican 5 o 6 horas al día a entrenar, peleando con los rectores de sus colegios para que entiendan que ellos son “niños deportistas de alta competencia”, concepto que ni para el Estado ni para la academia ha tenido claridad. En el caso de Antioquia, por ejemplo, y sé que en muchos departamentos es igual, los entrenadores de esos colombianos que representarán al país en los Olímpicos del 2018 empezaron el tercer mes del año sin contrato, trabajando por no truncar el proceso y por amor al deporte.

Mientras los gobernantes de turno piensan solo en ganar los Juegos Nacionales,  hay una nueva generación, olvidada por los institutos  departamentales y por el Comité Olímpico, y poco atendida por Coldeportes, que empieza a soñar con una olimpiada juvenil “en el patio de su casa”. Qué pena con Glasgow y las demás, pero ojalá sea Medellín. Por el bien del deporte y por una generación de deportistas que en las condiciones actuales se puede perder. Señores del COI: háganle un bien a la niñez deportiva de Colombia. 

jueves, 1 de marzo de 2012

DOLOR DE HOMBRO Y DE ALMA

DOLOR DE HOMBRO Y DE ALMA
Columna publicada en el periódico El Deportivo, el viernes 2 de marzo de 2012
Por Jhon Jaime Osorio

Ayer visité el coliseo de gimnasia Jorge Hugo Giraldo. Mi paseo por este escenario es frecuente,  ya que soy padre de familia de una deportista de la selección Antioquia Infantil. Claro que no iba a ver entrenar a mi hija ni pagar la cuota mensual con la que los padres, a partir de este año,  aportamos para el salario del entrenador. Fui temprano porque quería saludar al “dueño del aviso”, al mejor gimnasta de Colombia en todos los tiempos. Quería saber cómo va su preparación para Londres 2012, su tercera y última olimpiada. Lastimosamente, a Jorge Hugo no lo encontré.

En el coliseo, hablé con uno de los entrenadores de la gimnasia antioqueña. Me contó que Jorge Hugo Giraldo tiene una fuerte molestia en el hombro que lo ha  obligado guardar un poco de quietud; y me explicó que necesita urgente una resonancia magnética, pero que hasta ayer en la tarde había sido imposible realizársela: “en Indeportes no ha habido forma, el metodólogo del Comité Olímpico le dijo que en el momento no hay  dinero para esos rubros, y en la EPS lo tienen en lista de espera”, me dijo. Está clasificado a los Olímpicos, está en su fase definitiva de preparación, requiere un examen médico urgente y le tocará esperar.

La ventaja es que Jorge Hugo ya tiene la paciencia entrenada. En octubre, fue subcampeón en la gimnasia artística masculina de los Juegos Panamericanos. En medio del fervor por la gran actuación, recibió la promesa formal de un premio de la Gobernación de Antioquia, el cual espera desde entonces. El miércoles en la noche, el nuevo gobernador publicó en la web un texto denominado “el libro blanco”, en el que, con sorpresa, Jorge Hugo Leyó: “en ceremonia realizada a finales de 2011, se le prometió a los campeones de Juegos Panamericanos y otros campeonatos importantes, sumas de 10 y 20 millones de pesos, entregados en cheques simbólicos. Dicho dinero no tenía ningún soporte presupuestal y no existe compromiso de pago alguno en la entidad”. Como quien dice, con el cambio de gobierno, la promesa gubernamental se quedó en eso. O como decimos en Antioquia: “esa platica… se perdió”.

Ahora Jorge Hugo espera a que la EPS, El Comité Olímpico, Indeportes o quien sea, le realice una resonancia magnética, para saber cómo seguir su preparación rumbo a su última olimpiada, donde sueña con meter a Colombia en una instancia final. Mientras él espera con paciencia sabe que los Juegos Olímpicos no esperan a nadie.

Cuando salí del coliseo de gimnasia pensé que este tema de los recursos para el deporte se me volvió repetitivo. Qué pena: ustedes felices y desbordados porque Colombia le ganó un partido amistoso a México y yo hablando de estos temas que en el país no le  importan absolutamente a nadie. Mil disculpas.