lunes, 1 de octubre de 2012

De largo aliento (1 de octubre de 2012) .- La NBA no quiere teatreros


La NBA no quiere teatreros
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El Deportivo el 1 de octubre de 2012

La NBA no quiere teatreros en su Liga y ya legisló contra ellos. Apelará a la tecnología para sancionar a los jugadores que finjan faltas inexistentes. La comisión arbitral revisará los videos de los partidos y podrá multar y sancionar a quienes en la cancha engañen a los árbitros simulando acciones en contra. Una vez más, los directivos del baloncesto profesional americano demuestran su constante preocupación por mejorar el espectáculo y por hacer un poco más  justo el juego. Ese debería ser un principio orientador para quienes dirigen el deporte profesional en cualquier disciplina.

En el baloncesto, como en todos los deportes de conjunto en los que hay contacto con el adversario, abundan los jugadores que se tiran al piso sin motivo, aprovechando la velocidad de las acciones de juego. Lo hacen para impresionar, para engañar al árbitro. Son tramposos y eso riñe con la filosofía del deporte; de allí que el reglamento los califique como “actos antideportivos”. No es una forma legal de jugar.

Aunque en los reglamentos de competencia existan las normas sancionatorias, la “viveza” de algunos, la “preparación” de otros y la dinámica del juego, hacen que muchas veces el teatrero, que es el verdadero infractor, salga premiado en su acto. La apreciación de los árbitros, que tiene que hacerse a la velocidad de las jugadas, es frecuentemente engañada y las injusticias son repetidas. A partir de esta temporada, el tramposo podrá ser sancionado después del juego, si la comisión arbitral lo “descubre” al revisar el video del partido.

Seguramente, la norma tendrá su polémica. Pero más allá de su aplicación, hay que reconocer que la cultura deportiva americana mantiene una preocupación constante por mejorar los reglamentos, y con ellos, el espectáculo. Ellos cuidan el producto para sea un buen negocio; por eso buscan mejorarlo día a día. Ellos saben que los jugadores tramposos solo generan inconformismos y nada aportan para el juego como tal. Son actores, que con sus interpretaciones le hacen daño al juego.

En el espíritu de todo deporte debe promoverse la nobleza. Con esta norma, creo que el baloncesto lo hace. ¿Será que algún día veremos esto en el fútbol? No creo. No porque no sea noble, sino porque todo indica que a los señores que legislan en la FIFA les interesa demasiado la imperfección del juego. 

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