viernes, 19 de octubre de 2012

De largo aliento (19 de octubre de 2012) - La leyenda ya no continúa


La leyenda ya no continúa
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El deportivo el 19 de octubre de 2012

Hace dos meses, cuando Armstrog anunció su decisión de no responderle más a la USADA porque consideraba su caso una "cacería de brujas", y cuando la USADA cerró el caso quitándole los 7 títulos del tour al ciclista estadounidense, en esta columna traté de plantear algunas inquietudes que me surgían sobre la noticia. Mi tesis, con los hechos de entonces, fue que a Armstrong le podían quitar los títulos pero no la gloria. Hoy, con los hechos de esta semana,  esa tesis ya no tiene sustento.

Después del pronunciamiento de la agencia antidopaje, las pruebas se vinieron en cascada. Al mejor estilo del delincuente que negocia su pena delatando a sus cómplices, muchos ciclistas compañeros de Armstrong abrieron la boca para develar hechos que aislados podría parecer del campo de la ficción, pero que encadenados configuran una cruda y macabra realidad.

Por la imagen que tengo de Armstrong, quisiera pensar, como hace un mes, que se trata de una persecución. Sin embargo, las acusaciones por dopaje son tantas y tan claras, y los hechos paralelos tan dicientes,  que ya el problema ni siquiera es que se haya dopado, sino que alrededor del ídolo al parecer se configuraba un millonario negocio con el doping. Como dijo el comunicado de Nike ayer " las evidencias son inapelables".

Nike le quitó el apoyo después de 16 años, eso es muy diciente.  Otras marcas que lo acompañaron no solo como deportista sino en fundación en la lucha contra el cáncer también empezaron a apartarse. Él mismo mandó un mensaje muy diciente al renunciar a la presidencia de Livestrong.

Armstrong está muy enredado. Su reputación está cuestionada y su limpieza en las competencias que ganó para hacerse leyenda también. La lluvia de pruebas es torrencial y no amaina. Cayó en desgracia, y muy feo. Lo peor es que la desgracia de Lance se convierte en parte, en la desgracia del ciclismo, que con este caso, vuelve a ser un deporte cuestionado por el nivel de exigencia, a veces extremo, que provoca que para ganar no baste con entrenar.

Guardo, como muchos, la esperanza de que todo sea un complot, aunque es una esperanza que cae tan duro como el mismo Armstrong. Por ahora, la leyenda no continúa.

1 comentario:

  1. Profesor, al igual que usted, no pierdo la esperanza en que todo sea así, mi pregunta dentro de mi poco saber en lo deportivo, es si un atleta dopado debe tener mentalidad ganadora, o el dopin también ayuda a que la mente te de para ganar una prueba?

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