Falcao y su momento
Por
Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna "Tiro Libre" del periódico Qhubo el 17 de octubre de 2012
Lo
comparan con Messi y con Cristiano. Lo promocionan para el Chelsea y el Madrid.
Lo dan como candidato para el próximo balón de oro. Lo alaban, lo aplauden y lo
admiran. Tiene a medio mundo hablando de él. Es co - goleador en la Liga
Española; y sin haber jugado todos los partidos es el cuarto goleador de la
eliminatoria suramericana. Eso sí, es colombiano y no juega en uno de los dos
grandes del fútbol ibérico; lo que le da más mérito, y a la vez, le consigue detractores
que desconocen sus grandes méritos en el momento actual.
Seamos
realistas: los goleadores colombianos que han trascendido en el mundo son muy
pocos. De la historia reciente la lista tiene solo dos: Asprilla y Ángel; que
tuvieron temporadas estelares en Italia e Inglaterra. Lo de Falcao ha tenido más trascendencia. Hoy
en día es el mejor 9 de mundo. Así lo reconocen los equipos más importantes de
las principales ligas del planeta. Está en su mejor momento él lo sabe y lo dice. En su equipo y en la
selección es el jugador fundamental, lo apreciamos todos en cada juego.
Para
hablar de él hoy solo caben elogios, es
cierto, pero recordemos que no siempre fue así. La memoria nos trae sus
primeros llamados a la selección, donde o no apareció en la nómina titular o
estando en la cancha fue intrascendente. La explicación más común es que los
técnicos que tuvo eran ultradefensivos, que no supieron aprovecharlo o que lo
pusieron a jugar en una posición equivocada. Podría ser, pero tampoco podemos
ignorar que, a veces, el goleador no está, o que le cuesta mucho entrar en la dinámica
del juego. Podría ser eso, por qué no; en el fútbol, solo cuenta el hoy.
No
olvidemos que Falcao actúa en una posición, la de 9, que es de rachas y de dependencias.
Para que brille, el técnico tiene que saberlo rodear; como dije en una columna
anterior el equipo debe jugar con él y no para él. Además, es normal que en su puesto,
en cualquier momento, el delantero pase por alguna sequía goleadora; ojalá se demore
bastante. Para el fútbol es un superdotado, pero también es un ser humano
normal, y la fragilidad de esta condición aparece en cualquier momento. En el fútbol solo cuenta el hoy y el Atlético
de Madrid lo sabe.
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