lunes, 16 de abril de 2012

De largo aliento (Abril 16/2012) - ¿En qué habíamos quedado?

¿En qué habíamos quedado?
Por Jhon Jaime Osorio
Publicado en la columna "De largo aliento" en el periódico El Deportivo el lunes 16 de abril de 2012

Recuerdo cuando llegó Pékerman. Algunos, pocos, no estuvimos muy de acuerdo. Argumentamos, entre otras cosas, la forma descortés y falsa como sacaron a Leonel, el alto costo del que llegaba, las indebidas declaraciones del presidente Santos pidiendo un extranjero, la poca claridad de la Federación en el proyecto selecciones, la cantidad de personas que integrarían el cuerpo técnico y la dilatada y extraña negociación con Martino. Eso sí, una vez contratado, entendimos que había que sumarse a la causa, y en mi caso, en este mismo diario dije literalmente: “lo que sigue es dejar trabajar a Pékerman, apoyar su proceso y seguir soñando con clasificar al mundial, sin perder la mirada crítica”.  

En el amistoso frente a México, como todos, aplaudí la actitud del equipo, el orden táctico y la ubicación en el campo de jugadores como Falcao, que mejoró su productividad con la camiseta nacional.  Eso sí, cuestioné los comentarios exacerbados de algunos que hablaron de un cambio extremo, tratando de poner como hazaña ese resultado y de minimizar lo hecho por los anteriores técnicos. En esa  ocasión escribí: “vamos con mesura”.

Cómo nos cambia la vida. Esos defensores a ultranza son los mismos que hoy cuestionan el microciclo y la convocatoria del técnico nacional. Allá ellos. El profesado amor  se les acabó demasiado rápido. Ahora le dan juego a las críticas venenosas del ex - mánager al que en un año de “trabajo” no se conoció un plan de trabajo y mucho menos una acercamiento propositivo al trabajo del entrenador nacional.

Siempre he dicho que Colombia tiene 30 o 40 jugadores de selección. No son más. Pékerman usó para el amistoso casi los mismos de Leonel, que fueron casi los mismos de Bolillo, que habían sido casi los mismos de Lara. Ahora el técnico argentino quiere mirar opciones para el futuro en el fútbol local, y eso, me parece bien.

Pueden ser cuestionables los microciclos, sí. Como todo en la vida. Como el silencio de Pékerman ante los medios. Como la realización de más partidos de preparación. Como el momento en que se hace este trabajo. Como la falta de información frente a la planeación de la Selección… todo es cuestionable. Pero, ¿cuáles son los argumentos de peso? Hasta ahora, no los veo.  Solo veo “sangre en el ojo” en muchos cuestionamientos. ¿La idea no era que lo íbamos a arropar?, ¿En qué habíamos quedado?

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