sábado, 7 de julio de 2012

De largo aliento (2 de julio de 2012) - Una sola lección dejó la Eurocopa


Una sola lección dejó la Eurocopa
Po Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El Deportivo, el lunes 2 de julio

Los técnicos de fútbol y los ex profesionales de este deporte, que en los últimos años resultaron ser nuestros colegas, andan por estos días analizando profundamente las novedades tácticas de la Eurocopa: el 4-2-3-1 de España, el toque  en corto con lanzamientos largos de Alemania, la profundidad de Italia con Balotelli, la disposición en marca de Portugal o el juego con un solo hombre en punta de Inglaterra. Temas apasionantes, pero que no fueron la gran novedad, al menos para quienes vemos el fútbol criollo cada ocho días. Lo llamativo, la gran lección de esta Eurocopa para nosotros fue la manera de correr de todos los equipos; “la dinámica” que llaman que los nuevos periodistas.

Es como si el fútbol de allá fuera otro. Como si no se cansaran. Como si les pagaran un dineral por jugar con su selección. Lo que debería ser normal, fue lo que más nos sorprendió. ¡Lo que es la falta de costumbre!  Los europeos, que también tuvieron temporada larga con sus clubes, que jugaron la Liga de campeones, y que no tuvieron mucho tiempo para acoplar y trabajar sus selecciones, nos mostraron que a veces en este lado del mundo hay frases y discursos que hacen carrera, y que nos los tragamos entero. Los de acá, hablan del desgaste, del clima, del poco tiempo para trabajar el equipo. Los de allá juegan y corren todo el tiempo.

Las diferencias entre el fútbol de allá y el de acá son evidentes, argumentan muchos; y en ello no cabe duda. Europa es el gran mercado del fútbol mundial. Su capacidad económica no se iguala. En el negocio, Suramérica es la principal productora de la mano de obra; o tal vez sea más correcto decir “pierna de obra”. No por esto se puede dejar al lado la comparación, sobre todo en mi caso, que lejos de la táctica y la estrategia de juego, me dediqué solo a mirar algo que fue evidente para todos, y que para mí, es la gran diferencia entre Europa y Suramérica, más allá de la económica: los europeos juegan con ganas y amor por su camiseta tanto en los clubes como en sus selecciones nacionales.

Lo cierto del caso es que en estos 15 días los europeos nos recordaron una lección simple y concreta: en fútbol es corriendo y juagando; no sacando disculpas.  

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