lunes, 9 de julio de 2012

De largo aliento (9 de julio de 2012) - El tour de las caídas


El tour de las caídas
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El Deportivo, el 9 de julio de 2012

Nunca había visto tantas caídas en una prueba de ciclismo. Ni en las locales a las que he asistido, ni en las internacionales que he visto por televisión. El Tour está loco, y lo peor, está perdiendo imagen de gran carrera. La cifra de abandonos es record, las lesiones graves abundan y muchos de los favoritos al oro olímpico en Londres están saliendo de la baraja por culpa de los accidentes en la carrera francesa.

La explicación podría ser simple si apelamos al archivo histórico y no comparamos las cifras de retiros, que este año desbordan cualquier registro: la primera semana del Tour se caracteriza siempre por lo mismo: etapas planas con mucho nerviosismo, alta velocidad, cortes intempestivos del grupo y unos sprints apretadísimos. Es lo normal. Por eso no suenan extrañas las palabras del español Valverde del Movistar: "la gente está muy loca, no controla y no frenan".

Dicen que el Tour es otra carrera y que es la mejor del mundo. Tal vez lo sea por la presión que hay en la carrera, que es diferente; porque así no haya colombianos, los corredores y los aficionados imprudentes son casi los mismos de las demás carreras grandes de Europa. Por eso, tanta caída no puede ser culpa solo de los ciclistas o de los aficionados, y tampoco puede explicarse solo por presión.

Si se mira más en detalle, el asunto no es tan simple. 3 o 4 caídas por etapa, no puede ser algo casual, ni normal. El trazado del recorrido este año es diferente a los anteriores. Un solo detalle llama la atención: hay muchas más etapas llanas, y eso hace que los pasistas quieran sacar ventaja en su terreno, con aspiraciones serias de aguantar en la poca montaña para buscar un título que siempre ha sido reservado a los grandes escaladores. Ese es un factor que puede ser determinante para lo que estamos viendo.

Al Tour lo han querido vender como un espectáculo visual; lo diseñan y lo trabajan así. Lo meten por adoquinados y por carreteras estrechas en la campiña. Poco piensan en el bienestar del pedalista. Por eso, este tour será el de las fracturas, las heridas, las caídas, el sufrimiento y el dolor. ¿Es esa la naturaleza del ciclismo?, digamos que hace parte del deporte del pedal, pero no puede ser su esencia. 

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