La última imagen es la que queda
Por
Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna Tiro Libre del periódico Q´Hubo el 18 de julio de 2012
Como
la última imagen es la que queda, después de ver la final Santa Fe – Pasto la
sensación es que el torneo colombiano es excelente. Se vio fútbol ofensivo,
primó el espectáculo, los equipos se entregaron al máximo, los estadios
estuvieron llenos, se resaltó el buen comportamiento del público y las
transmisiones de televisión fueron gigantes. Mejor dicho, si el fútbol nacional
se jugara siempre fuera como la final tendríamos un certamen altamente
competitivo y un espectáculo permanente. Es la imagen que quedó, aunque la
realidad sea otra.
Santa
Fe y Pasto fueron dos grandes finalistas. Jugaron tal vez la serie por el
título más pareja y mejor disputada en años. Demostraron que para pelear un
título en Colombia el secreto no es invertir mucho sino planificar bien; que no
se requiere una nómina amplia sino un equipo comprometido; que no se necesita
mucha táctica rara sino un equipo ambicioso, ofensivo y de buen trato al balón;
y que cuando el directivo respalda el proceso, el resultado llega. Demasiado
sencillo, pero se aplica poco. Si todos lo hicieran, y no es pedir mucho,
tendríamos una liga de gran categoría en el país.
La
final tan buena hace olvidar a muchos de los equipos a los que se les volvió
costumbre deber 5 y 6 quincenas; de los directivos que cambian de técnico como
cambiando de camisa; de los equipos que contratan jugadores sin tener claros
los criterios del tipo de persona y de jugador que requieren; de los hinchas
belicosos y salvajes por los que se suspenden plazas; de los jugadores sin alma
que cobran y no corren; de las bajas asistencias a muchos estadios del país; y
de los técnicos que no proponen y se limitan a darle un orden y unas órdenes
defensivas a sus conjuntos. Claro, esa fue la imagen que tuvimos a lo largo del
semestre, opacada por la buena final que vivimos. Si la olvidamos, si no
hablamos de ella, nos tocará volverla a vivir a partir de agosto.
La
Superintendencia de sociedad ya se puso seria con el fútbol, Coldeportes está
pendiente de que los clubes estén al día y la DIAN empezó a apretar a los que
no pagan sus impuestos. Falta que los clientes, los hinchas, tomen conciencia, no
se traguen la imagen y empiecen a exigir la calidad de espectáculo por el que
pagan.
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