Rara sensación: pasado mañana comienza la
Liga
Por
Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna Tiro Libre del periódico QHubo el 25 de julio de 2012
Nacional
no tuvo tiempo de celebrar el título de la Superliga; el Pasto regresó ayer de
vacaciones; en Bogotá hay “torneo de verano” esta semana; Medellín, Itaguí y otros equipos hace dos días
confirmaban nuevos refuerzos; todavía hoy se mueve la bolsa de jugadores. Pasado
mañana comienza la Liga. Queda uno con la misma sensación de cuando inauguran
las obras públicas en el país: el político echando su discurso mientras algunos
obreros disfrazan la obra para que no se noten los trabajos faltantes. Así está
el fútbol nuestro, en obra negra, pero con el balón rodando.
La
Dimayor no espera a nadie y no tiene consideraciones con ninguno. No le quiso
aplazar el primer juego al Cúcuta, que tiene que mudarse a Yopal; tampoco tuvo
consideración de horarios con equipos como el Medellín que solicitaron
programación especial. Ni los olímpicos, ni la Feria de la Flores ni ningún
otro hecho importante en el país o el mundo fueron considerados para revisar la
programación. Se juega y punto. Así piensan en el ente administrador del
balompié, que es el dueño del negocio.
En
la primera fecha no alcanzaremos a ver los equipos completos. Muchos de sus
refuerzos no actuarán por asuntos de papeleo, otros llegaron bajos de forma y
algunos apenas están aterrizando en sus clubes y necesitan algunos días de
adaptación. Como quien dice, solo en la tercera o cuarta jornada podremos ver
realmente qué es lo que tiene cada equipo. El problema es que son apenas 18
fechas en la fase regular.
Los
equipos que jugaron la final de la Liga pasada apenas regresaron de vacaciones.
Los que jugaron la Superliga aceleraron su preparación. Los que jugarán la Copa
Suramericana hicieron un trabajo especial para llegar bien al torneo
internacional. Son momentos y ritmos diferentes, lo que naturalmente se tiene
que notar en la cancha a partir de este viernes. Además, como si fuera poco lo
anterior, la mayoría, por no decir todos, solo piensan en el umbral de los 27 puntos
para alcanzar una casilla entre los ocho. Son 18 fechas con 18 equipos jugando
para ser octavos, con 3 o 4 jugando a no descender y con 2 o 3 haciendo cuentas
en la reclasificación para lograr casilla a un evento internacional. Con
circunstancias así es imposible pensar en un torneo de alto nivel.
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