Serna y Fuentes para pensar
Por
Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El Deportivo el 10 de septiembre de 2012
Elkin
Serna abrazó ayer el tricolor nacional al final de la maratón preolímpica para
hombres con discapacidad visual luego de ganar la medalla de plata. Fue una
alegría repetida, pues la misma emoción la había vivido 4 años atrás en
Beijing. Días antes, el nadador Moisés Fuentes había conseguido una medalla
igual en los 100 metros pecho de la natación para atletas con discapacidad
motriz en sus piernas. Colombia ocupó el puesto 61 de una olimpiada que es un
poco silenciosa en nuestro país, unos olímpicos de los que poco se habla en
Colombia porque nuestra cultura deportiva no alcanza para hacerlo.
El
deporte en cualquiera de sus manifestaciones es una actividad promotora de
valores; pero el deporte paralímpico es la mejor muestra de la grandeza del ser
humano. Es deporte en estado puro. Los Paralímpicos son una invitación al
aprovechamiento de las múltiples capacidades que tenemos, una lección de que
para el ser humano no hay límites.
El
problema está en que en que esa lección nos llega fragmentada a los
colombianos. Nos llega de a poquitos. Los medios se ocuparon de los
Paralímpicos solo para hablar de la competencia; para dar resultados. Ayer y
hoy hay espacios amplios para reseñar el segundo lugar de Serna, como los hubo
para Fuentes; pero muy poco lugar tiene reflexión de fondo que amerita una
demostración de capacidad como la hecha por estos dos y por los otros 37
colombianos que participaron en los Juegos.
¿El
problema es de los medios?, claro que no. Es nuestro como sociedad. Si los
directivos del deporte entregan unos viáticos de menor cuantía a los
deportistas paralímpicos en comparación con los que entregan a los deportistas
olímpicos es porque hay una mirada diferente. Si los medios no hablan de los
paralímpicos es porque los valoran con otro rasero. Si nuestras ciudades no
están hechas para permitir el tránsito de las personas con limitaciones es
porque sus administradores discriminan. Y si en los escenarios deportivos,
cuando hay competencias de discapacitados no hay público es porque no hemos
aprendido como cultura lo que allí se puede aprender.
Claro,
si en un país como el nuestro no valoramos muchas disciplinas y prácticas
convencionales; mucho menos lo haremos con el deporte paralímpico, que lo seguimos
viendo como algo marginal… es problema de estructura, de sociedad. Somos unos limitados en cultura deportiva.
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