¿A QUÉ JUGAR?
Por
Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio
Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El Deportivo el 7 de septiembre de 2012
¿A
qué debe jugar hoy la selección Colombia
de fútbol? Difícil de responder. Si la pregunta fuera con la Selección
Uruguaya, la respuesta sería obvia: a mostrar su garra. Si fuera con Brasil,
uno respondería que deben mostrar el Jogo Bonito que hace rato exhibe. Con
Paraguay uno sabe que no hay una diferente a la del balón aéreo en el área. Si
la pregunta fuera incluso con Perú, uno diría que tiene la respuesta. Con Colombia, uno se complica.
Algunos
pensarán que la pregunta no tiene lugar, que en las circunstancias actuales, las respuestas saltan a la vista y
son demasiado obvias: a ganar como sea, a atacar a Uruguay, a tener el balón y
hacer daño con él… No, la pregunta que hago no es la obligación el momento, no
es una inquietud de circunstancia. Mi pregunta va a la esencia, al estilo, a la
forma general. Mi pregunta es por algo que la selección nuestra no tiene y
otras sí: a la identidad. Digamos que mi pregunta va al sentir del equipo; no a
la disposición en la cancha ni a las necesidades inmediatas.
¿Quiénes
somos en el fútbol?, ¿a qué juega generalmente un equipo nuestro?, ¿cuál es la
relación de este juego de pelota con lo que somos como país?, ¿qué queremos
ser?, ¿qué interpreta nuestro juego? Esa es la búsqueda permanente de un
individuo o una organización. El fútbol no es la excepción.
Hace
algunos años, cuando clasificábamos a los mundiales, cualquiera en el mundo
sabía que Colombia era un equipo de toque – toque, de tenencia de la pelota, de
buen trato al balón y de pocos goles. En esa época, el fútbol colombiano tenía
identidad. Sin importar quién dirigiera, el equipo jugaba a lo mismo.
Obviamente, dependiendo de las individualidades y de las circunstancias del
partido, el funcionamiento cambiaba; pero la identidad no se perdía.
No
soy un romántico empedernido. No estoy pidiendo que volvamos al toque – toque. No.
Estoy preguntando ¿a qué debe jugar Colombia? La identidad de hoy tiene que ser
diferente a la de hace 20 años pues el país ha cambiado, y su fútbol también.
Hemos cambiado tanto que ya no sabemos para dónde vamos, qué queremos, o cuál
debe ser el norte. No tenemos identidad. Nos conocen en el mundo por nuestras
individualidades; pero como dicen los muchachos en el barrio: no nos conocen el
juego. Ojalá hoy mostremos algo esencial y no solo lo circunstancial.
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