lunes, 17 de septiembre de 2012

De largo aliento (17 de septiembre de 2012) - Asunto de Estado y asunto de gobernantes

Asunto de Estado y asunto de gobernantes
Por Jhon Jaime Osorio
@jhonjaimeosorio

Publicado en la columna "De largo aliento" del periódico El Deportivo, el 17 de septiembre de 2012

Hace poco, cuando terminaban los Olímpicos, los analistas desglosaban la medallería a favor de una vieja tesis que dice que el desarrollo de los pueblos puede medirse por sus resultados deportivos. Mostraban, por ejemplo, que de los países miembros del G8, que son las naciones de mayor peso político, económico y militar a nivel mundial, hubo seis entre los primeros ocho puestos. No quiero defender ni atacar la tesis, pero sí traerla al contexto nuestro, cuando faltan escasos 47 días para que se inicien los XIX Juegos Nacionales.

Los Juegos no miden solamente el trabajo de los deportistas para buscar unas medallas sino el desarrollo de sus regiones y el liderazgo de sus gobernantes y, a la vez, de sus pueblos. De allí su importancia más allá de los coliseos y las pistas. Históricamente, el poderío deportivo en Colombia ha sido una lucha entre Antioquia, Valle y Bogotá. Es indiscutible que esas “potencias” son las regiones con los mayores índices de desarrollo económico y social.

Entre lo que pasa en el mundo y lo que pasa en el país hay una diferencia fundamental que hace que la vieja tesis tenga que ser mirada con beneficio de inventario. En el mundo, los países que pelean los Olímpicos tienen unas políticas y unas infraestructuras deportivas diseñadas al largo plazo, y piensan la alta competencia como una actividad de representación, identidad e indicador de desarrollo. En Colombia, los departamentos no tienen esa mirada, el trato a esta actividad depende de la voluntad del gobernante de turno y, la mayoría de las veces, es secundario para entre las prioridades que ellos definen.  En  las potencias mundiales, el deporte es asunto de Estado; en Colombia, asunto de gobernantes.   

Los Juegos, por su ubicación en el inicio del ciclo olímpico, coinciden con el cambio de gobierno en las administraciones departamentales y terminan mostrando la gestión del administrador anterior y no la del recién llegado. Basta con recordar que el Valle estuvo 4 meses sin gobernador en propiedad, que en Bogotá se demoraron 5 meses para nombrar director del IDRD y que en Antioquia la mirada hacia la alta competencia no ha sido clara. Sin embargo, estos asuntos no impedirán que sean estas 3 las delegaciones que peleen el título.

Lo triste es saber que a 47 días del inicio, ya sí muchos departamentos anuncian aportes, apoyos e inversiones para conseguir medallas. Recuerden que las medallas no se consiguen sino que se construyen. 

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