¿Y EL FÚTBOL OLÍMPICO, QUÉ?
Por Jhon Jaime Osorio
@jhojaimeosorio
Publicado en la columna "Tiro Libre" del periòdico QHubo, el 1 de agosto de 2012
Seguramente Hay algo que no funciona en el fútbol de los Juegos Olímpicos. No tiene sabor. No es tan importante. No emociona tanto. Lo he visto, lo he seguido y he leído todo lo que sale sobre él; por eso me atrevo a decir que es de esos pocos deportes que en los Juegos no llama tanto la atención.
Dirán los que solo tienen ojos para el deporte de multitudes que es una opinión sesgada, y hasta puede que la sea; pero la verdad, leo y releo los diarios del mundo y las redes sociales y del fútbol solo se habla de la eliminación de España, de la necesidad de título en Brasil, de la sorpresa que dio Luis Fernando Suárez con Honduras, y de las afugias que pasa Uruguay. Nada más allá de los resultados sorpresivos. No hay grandes ídolos a parte de Neymar, no hay partidos brillantes y nadie habla de propuestas tácticas novedosas; cosas que pululan en las otras disciplinas de los Juegos. Es una percepción mía, repito, para que no se enojen los reduccionistas del deporte que solo ven un balón.
El problema puede estar en la reglamentación. La misma FIFA se encargó de bajarle el perfil al fútbol olímpico, pues en Los Ángeles 84, cuando el COI dejó participar a los jugadores profesionales, no aceptó la idea de tener un rival para su Copa Mundial, por lo que propuso que el fútbol olímpico fuera Sub 23. Una decisión para monopolizar el fútbol de selecciones con selecciones absolutas.
Como si fuera poco, en los últimos años la FIFA enredó más el tema. Para ir a los Olímpicos, el clasificatorio es el campeonato continental de la categoría juvenil. Una vez clasificado, el que viaja a los Juegos es el seccionado sub 23. Y como ñapa, a cada equipo se le pueden agregar 3 jugadores mayores. Como quien dice, clasifican los sub 20, juegan los sub 23 y cuando llegan los refuerzos mayores, casi que aseguran 3 lugares en la titular del equipo, así no hayan trabajado mucho con el grupo.
Un torneo tan particular no puede resultar de alto nivel, creo. Pero como es cuestión de gustos y cada deporte tiene su encanto y sus seguidores, los amantes del fútbol tendrán argumentos para defender lo visto en Londres 2012. Yo no los encuentro. Para mi gusto, lo menos llamativo del nivel olímpico es el balompié.
Absolutamente de acuerdo!
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